El Monbus Obradoiro venció a un Casademont Zaragoza que no pudo frenar el recital ofensivo del escolta canadiense Kassius Robertson, autor de 37 puntos con nueve triples, y que dio a su equipo la primera victoria después de siete derrotas consecutivas.

El encuentro comenzó frenético, con ambos equipos encadenando canastas sin descanso y con un altísimo nivel de acierto por ambas partes. De este intercambio salió beneficiado en primera instancia un Obradoiro en el que brillaron Laurynas Birutis y Kassius Robertson (20-11), aunque la salida a cancha de Jason Thompson dio más consistencia al juego interior visitante y facilitó que se acercasen al conseguir un parcial de 2-10.

La entrada de jugadores de la segunda unidad no hizo disminuir el ritmo anotador de los locales (39-25). En un momento de dificultad, el Zaragoza volvió a encontrar argumentos para aferrarse al partido y, de la mano de los triples del talentoso Dylan Ennis consiguió otro parcial favorable de 0-8.

Sin embargo, la intensidad defensiva aragonesa se tradujo también en una acumulación de faltas. No obstante, el mayor problema para los visitantes estaba por llegar, con la explosión anotadora del Obradoiro en la reanudación. La diferencia creció hasta 77-50.

Los intentos de Sulaimon y de Ennis acercaron a once puntos (95-84) a un Zaragoza que no dio su brazo a torcer y que incomodó con su presión a toda pista, pero que afrontaba un reto titánico ya imposible.