Fabián Romo se encuentra al fin en Vigo. El jugador estadounidense, de 23 años, una apuesta arriesgada pero a la vez básica para el rendimiento del Iberconsa Amfiv esta temporada, cerró su acuerdo con el club vigués hace ya dos meses. Pero los trámites administrativos para lograr el visado, siempre complicados, se han enrevesado aún más en la situación actual. Así que Romo llega concienciado para pasar la Navidad lejos de su casa –aunque es posible que tenga compromisos internacionales con su selección del 2 al 7 de enero– y dispuesto a estrenarse en División de Honor lo antes posible; será mañana en Las Rozas, tras superar el último obstáculo de la burocracia.

Dos han sido los fichajes del Iberconsa, obligado a apostar por una plantilla corta debido a sus limitaciones financieras. El argentino Iván Gómez ya lleva varias jornadas en la dinámica del equipo. Con Fabián Romo se completa la combinación. Escasos pero cruciales movimientos, ya que las bajas han sido igualmente dos pero de peso: el histórico Lorenzo Envó y el mexicano Sandoval, que compartía el protagonismo ofensivo con Agustín Alejos.

Iván Gómez ha aportado intensidad, manejo de silla y agresividad. Pero es precisamente Fabián Romo a quien corresponde cubrir esas carencias anotadoras. Pero con la cautela que implica su juventud y que se trate de su primera experiencia en el extranjero. “De Romo esperamos que nos dé ese nivel que nos daba Sandoval, pero Sandoval era una certeza, con datos, después de tres años en nuestra liga. Y Romo es una apuesta por alguien nuevo”, indicaba hace algunas semanas el entrenador, César Iglesias.

Como contrapeso en esta maniobra figuran las prometedoras condiciones de Romo. De padres mexicanos, nació en Chicago pero se crio en Houston y durante los últimos cinco años ha militado en la Universidad de Arlington (Texas).

“Había visitado Europa con mis padres como turista pero es la primera vez que me decido a vivir en el extranjero”, confirma el jugador, que el examen médico ha certificado como punto cuatro, en declaraciones facilitadas por el Iberconsa. “La liga se ve bien y estos primeros contactos han sido positivos. Me han acogido en el equipo con los brazos abiertos”.

Tal recibimiento es lógico. El Iberconsa, acostumbrado a moverse en la zona medio-alta de la clasificación, se ha fijado este año como único objetivo la permamencia. De momento acumula seis derrotas y solo una victoria, bien que de prestigio, ante el Ilunion. Su llegada inyecta optimismo en la visia al Fundación FDI Las Rozas, un rival directo.