El redondelano Samuel Blanco es uno de los nuevos integrantes de la escuadra del Atum General-Tavira-Maria Nova Hotel, un equipo en el que coincidirá con Gustavo César Veloso y con Álex Marque. Su nuevo intento de consolidarse en el pelotón profesional y su coincidencia con el vilagarciano y con el estradense harán que dé “el doscientos por cien” en esta nueva oportunidad.

– Se avecina una temporada con retos importantes.

–Va ser una temporada muy ilusionante. Estoy trabajando duro para ello ya y tengo la ilusión de que todo vaya bien y que sea una buena temporada para mí y para mis amigos, que ahora son mis compañeros.

–¿Habla de Veloso y Marque?

–No solo solíamos entrenar juntos. A veces nos concentrábamos juntos también y hemos compartido muchas cosas y para mí es un motivo todavía mayor para dar el doscientos por cien de cara a sus objetivos personales, que también son los del equipo y los míos, porque yo tengo que servir de la mejor forma posible a mis líderes, a mis jefes de fila.

–Objetivos ambiciosos porque Veloso ya anuncia que su intención es luchar por la Volta.

–Para mí es, si cabe, de los objetivos más ilusionantes que tengo, poder estar en el equipo de una persona que lucha por ganar la Volta y voy a intentar con todas mis fuerzas ser la mayor ayuda posible porque si por un compañero das el cien por cien, por un amigo y por alguien que ha hecho tanto por ti, das el doscientos por cien. Y también por Marque. Los dos juntos van a formar un buen equipo de cara a la general de la Volta y yo estaré ahí arropándolos lo mejor posible si me dan la oportunidad de correrla, que hay que ganarse el hueco, porque yo llego nuevo al equipo y no es tan sencillo.

–¿Cómo llega en este regreso al profesionalismo?

–Llego con las energías renovadas al cien por cien, la capacidad de sentirme realizado y sabiendo que lo que estuve haciendo ha valido para algo y, sin duda, con mucha confianza en mí mismo. Espero que todo eso lo pueda ahora transmitir en la carretera y dar mi mejor versión.

–Ha sido un camino muy duro, incluso teniendo que dar algún paso atrás. ¿Alguna vez pensó en rendirse?

–Sí. Hubo años que no me compensó psicológicamente. Ya no en lo económico, porque al final la mayor parte de las veces en amateur no compensa económicamente, pero estaba perdiendo salud mental por algo que no daba llegado. Al final descubrí que tenía una mononucleosis que no me dejaba evolucionar ni sacar los resultados que quería después de haberme recalificado y la verdad es que mentalmente fue duro, pero he superado el bache, puse manos a la obra y traté de sacar el mayor provecho de la oportunidad que tenía porque sabía que este año era el último. Al final salió bien.

–¿Ese oro que logró en Baeza, en el Campeonato de España, fue el que lo puso en la órbita del Tavira?

–Ese campeonato me permitió mostrarme delante de los mejores equipos. Otros años el campeonato de España era más llano, se decía al sprint, pero este año fue muy duro y estaba claro que quien estuviera de amateur primero iba a ser alguien que pudiera aguantar ese ritmo. Fue una forma de demostrar que puedo estar con ellos, en los mejores grupos y en los cortes buenos. Después de demostrar eso me llegó esta oportunidad y no me lo pensé para nada.

–¿Barajó más opciones?

–No. Estuve intentando en España algo, pero no surgió nada y la primera opción clara fue esta y no me lo pensé, sobre todo teniendo en cuenta cómo estaba planteado el equipo. No había nada que pensar.

–Habló de los objetivos de Veloso y de Marque, ¿y los suyos?

–¿Los míos? De momento, ser útil y competitivo en cada carrera a la que vaya. Estar a las órdenes del equipo y cumplirlas si cabe un puntito más de lo que me piden y, a largo plazo, quiero evolucionar y ser un corredor capacitado para disputar carreras en profesionales.

–Su evolución, al menos este año, será junto a dos buenos maestros.

–Seguro. Cada año aprendo cosas nuevas de ellos y tengo mucho que agradecerles y creo que es en la carretera donde puedo demostrarles ese agradecimiento.

–¿Qué diferencias destaca en esta segunda oportunidad en Portugal?

–La primera vez que subí iba un poco perdido, a ciegas en cuanto a dónde tenía que estar, qué tenía que hacer, cómo me tenía que mover en una carrera profesional y al final quizá no sea el punto para costarme el tener que recalificarme pero ayudó bastante a que tuviera un poco perdido. A nivel de madurez mental creo que he evolucionado bastante de cara a la confianza en mí mismo, de cara a ser más resolutivo y a tener la seguridad de no fallar en los momentos clave. Siempre he sido un corredor que ha luchado por las cosas y al final de todo se aprende y de todo se saca el lado positivo y en este caso el lado positivo es que ahora soy un corredor más fuerte física y mentalmente que hace tres años.

–El suyo es un gran ejemplo de que la perseverancia y el esfuerzo acaban teniendo recompensa...

–Yo tuve la suerte de que me hayan dado esta oportunidad para seguir cumpliendo un sueño, aunque también es cierto de que la he luchado. Pero es verdad que hay un montón de corredores en mi situación que han logrado grandes resultados, que han sido competitivos durante toda su carrera en amateur y que no han podido dar el salto a profesionales. Y en la actualidad en Galicia está complicado para subir pero espero que mi trayectoria sea un poco un ejemplo para ellos y que se puedan guiar por los pasos o los errores que yo he tenido y que puedan tener su oportunidad para hacerlo mejor que yo todavía.

–En las últimas semanas han sido varios los ciclistas que han anunciado su adiós del pelotón.

–Es una pena porque en Galicia hay muchos ciclistas de mucha calidad. En la cantera hay mucho nivel, pero hace falta un equipo como teníamos antes en Galicia que diera oportunidades a esos ciclistas. Que de alguna manera, ese equipo fue la que creó una base que nació por tener un equipo referente profesional, pero ahora mucha gente ve que no hay salida, se desmotiva y lo deja. Los coletazos de ese equipo profesional son de los que están saliendo los corredores buenos que hay ahora en Galicia y solo hay que darles una oportunidad.