El último año como ciclista profesional de Gustavo César Veloso no será en las filas del W52-FC Porto, club con el que ha conseguido los mayores logros de su carrera, con sendos títulos de la Volta a Portugal. Poner el broche a su trayectoria con un tercer entorchado es lo que le ha movido a tomar la decisión de abandonar la disciplina portista a la que llegó en 2013.

Acerca de las razones que le han llevado a tomar la decisión de cambiar de aires, Veloso lo tiene meridianamente claro. “Creí que era una etapa que debía tocar a su fin. Llegamos a una situación en la que mis intereses no eran compatibles con los del equipo. Ya decidí renovar el año pasado pese a que había mucha gente diciéndome que me fuese. Lo mejor ahora es que cada uno siga su camino. Fue mi equipo durante mucho tiempo, pero mis intereses deportivos van por otro lado. Cambié de equipo para poder pelear por ganar la Volta a Portugal sin más rival que lo que marque la carretera. Pasaré de correr teniendo que respetar a mi propio equipo a tener que enfrentarme a él y no quiero quedarme con esa sensación de poder hacer más”, apunta.

Reconoce además que no fue una decisión fácil de tomar: “Es un paso que me costó mucho dar porque por un lado está la razón y por otro el corazón y los sentimientos. Pero llevo muchos años dejándome guiar por el corazón y era hora de hacerle caso a la cabeza. Contribuí durante muchos años a que el W52-FC Porto llegara a donde llegó y eso me pesó a la hora de tomar la decisión porque me sentía de la casa”.

Su destino, a falta de la firma del contrato, es el Atum General-Tavira. Un futuro que el propio corredor no quiere confirmar a la espera de que se plasme la firma –presumiblemente hoy mismo en Matosinhos–, pero del que sí considera que “no quería terminar mi carrera en el W52-FC Porto. Quería darme la oportunidad de medir mis posibilidades de ganar la Volta a Portugal sin tener los principales rivales en mi propio equipo, con lo que eso condiciona. Decidí apostar por el cambio y la verdad que me está generando mucha ilusión el nuevo horizonte que se me plantea. Soy consciente de que voy a perder un equipo potente a mi lado, pero el nuevo equipo pienso que me va a dar las garantías de ayudarme a ganar la Volta”.

Habiendo ganado el que considera ya como su exequipo las últimas ocho ediciones de la gran prueba del ciclismo luso, el corredor vilagarciano tiene muy claro que el cambio de club “es un reto importante para mí porque sé a lo que me voy a enfrentar. Si consigo mi objetivo va a ser un broche muy bonito, pero sé que tengo que luchar contra la que fue mi casa. Allí continúo teniendo muchas amistades y eso siempre va a quedar ahí. Entrarán otro tipo de cosas en juego como el hecho de tratar de batir a un equipo muy potente y es un reto grande. Ellos conocen mis puntos fuertes, pero yo también conozco los suyos”.

Su decisión de cambiar de aires también ha supuesto el darse cuenta del reconocimiento que se ha ganado dentro del ciclismo profesional portugués. Fueron varias las ofertas que tuvo para cambiar de aires a partir del 31 de diciembre, fecha en la que expira su contrato con el equipo portista. “Hubo bastantes intereses de muchos equipos. Lo que me decían era que tenían que hablar con sus patrocinadores porque a alguno se le escapaba de presupuesto. Hubo un equipo que me dijo que le gustaría tenerme, pero no podía. La verdad es que todos los equipos portugueses mostraron interés”, dijo el corredor de Bamio.

“Pase lo que pase, este será mi último año”

Ni siquiera la victoria el próximo verano en Lisboa servirá para cambiar una decisión que Veloso ya tiene muy madurada: “Pase lo que pase, será mi último año encima de la bicicleta”. Precisamente, esta circunstancia es la que le ha llevado a exigir unas condiciones a aquellos clubes que se pusieron en contacto con él. Su interés por optar con garantías al primer cajón del podio de Lisboa le llevó a exigir “un esfuerzo para reforzar el equipo. Sé que una Volta a Portugal no se gana solo. Tuve que renunciar un poco en lo económico para tener un respaldo en la carretera, sobre todo en la montaña, porque sé cómo se maneja el mercado en Portugal”. En la misma línea sostiene Gustavo César Veloso que “voy a tener que llegar en mi mejor estado de forma si quiero ganar en Lisboa. Me van a caer muchos palos en la carretera por la competencia que voy a tener y sé que tengo que llegar muy bien en lo individual y con el equipo lo mejor preparado posible mental y físicamente. Lo bueno es que no tendré cinco colíderes en el mismo equipo”.

Una escuela de ciclismo como plan de futuro

Sin descartar la posibilidad de encarrilar su próxima etapa como profesional a la dirección de equipo, uno de los proyectos que más gusta a Gustavo César Veloso es la posibilidad de crear una escuela de ciclismo multidisciplinar que lleve su nombre. Reconoce que “me encantaría poder trabajar con niños pequeños y hacer un trabajo con varias modalidades de ciclismo y más enfocado hacia la educación vial y, sobre todo a divertirse con la bicicleta con la máxima responsabilidad y seguridad”. La idea de Veloso también tiene una dificultad evidente que el propio corredor no pasa por alto, “el primer año estás obligado a hacer un desembolso grande para poner todo en marcha. Necesitas un par de coches, un furgón y contratar, por lo menos, a un entrenador. Si voy adelante con este proyecto iré cuando pueda dedicarme al 100% y mi idea está en poder llevarlo a cabo en 2022. Tengo gente dispuesta a colaborar y quiero rodearme de gente joven y profesional para poner todo en marcha”.

Correrá con Samuel Blanco y Marque

Su más que previsible llegada al Atum General-Tavira supondrá el volver a compartir equipo con corredores gallegos como son los casos de Álex Marque y Samuel Blanco, quien también llegará a la disciplina del equipo pese a que está obligado a guardar la misma prudencia que el propio Veloso hasta la firma oficial del contrato. Una de las cuestiones que se cumplen con este hecho es el propósito de Veloso de ponerle el broche a su carrera en un equipo en el que se sintiese lo más a gusto posible y la presencia del de Chapela y el de A Estrada se ajusta a ello. Sin ir más lejos, los tres corredores comparten sesiones de entrenamiento semanales durante años. Un hecho que da cuenta de la complicidad que existe entre ellos y que también ha sido motivo para que Gustavo César Veloso se decantase por la oferta de un Atum General-Tavira que ya contaba en sus filas con Marque desde hace varios cursos.