Luto inmenso en el balonmano español que llora la pérdida de una de sus grandes leyendas, Juan de Dios Román, que a sus 77 años no pudo recuperarse del derrame cerebral masivo que sufrió esta semana. No por esperada la noticia aplaca el dolor de un deporte que se queda huérfano de una figura indispensable para comprender la evolución de este deporte en España en los últimos cincuenta años.

Entrenador, seleccionador, presidente de la Federación Española, Juan de Dios Román lo fue todo dentro del balonmano español.

Pero si algo fue, como a él le gustaba recalcar, fue profesor, tanto de la Escuela Nacional de Entrenadores como de la facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF), en la que impartió durante más de treinta años la asignatura de balonmano.

Quizá por eso no dudaba en señalar como uno de sus principales logros el Campeonato de España juvenil que conquistó en 1970 con el colegio Nuestra Señora del Recuerdo de Madrid, aquel grupo de chavales que “casi no sabían correr con la pelota” cuando seis años antes los comenzó a dirigir.

Una exitosa labor que le abrió un año después las puertas del Atlético de Madrid, su equipo del alma, con el que ganó cinco ligas y cuatro copas del Rey y al que llevó a tocar las puertas del cielo con la disputa en 1985 de la final de la Copa de Europa ante la Metaloplastika.

La final de la Copa de Europa

Poco importa que los rojiblancos perdieran aquella final. De hecho, el Atlético no tuvo opción ante los Basic, Vujovic, Portner o Vukovic, pero la leyenda en el deporte no siempre se sustenta en el marcador. Nunca antes un equipo español había alcanzado la final de la Copa de Europa, como tampoco nunca antes un partido de balonmano había congregado a 10.000 espectadores que abarrotaron aquel 21 de abril de 1985 el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid.

Luego llegaría, entre 1985 y 1988, la primera de las dos etapas de Juan de Dios Román al frente de la selección española, unos años en los que, pese al notable ascenso del equipo español, los “Hispanos” parecían condenados a quedarse siempre a las puertas de la lucha por las medallas, tras ser quintos en el Mundial de Suiza 86.

Un muro que la selección y Juan de Dios Román lograron derribar en su segunda etapa al mando del equipo nacional con la conquista de la medalla de plata en el Campeonato de Europa disputado en España en 1996. Plata que dio inicio a un fructífero período del conjunto español, que, bajo la batuta de Román, se colgó dos años más tarde otra nueva medalla de plata en el Europeo de Italia 1998, así como un bronce en el Campeonato de Europa de Croacia 2000. Metales a los que sumar los dos bronces conquistados en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y Sydney 2000, donde Juan de Dios Román dirigió su último partido con la selección.

Un título universal

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La salida de la selección no significó el fin de la carrera en los banquillos del entrenador emeritense, que dos años después, en 2002, se puso al frente del BM Ciudad Real. En las tres temporadas que Juan de Dios Román dirigió al conjunto manchego, el Ciudad Real conquistó, entre otros títulos, una Recopa de Europa, una Liga ASOBAL y una Copa del Rey. Posteriormente llegaría el salto a los despachos, primero en el BM Ciudad Real y posteriormente como presidente de la Federación Española de Balonmano, tras ganar los comicios celebrados en 2008.

Un cargo que Juan de Dios Román ocupó durante cinco años que se cerraron con la conquista del segundo título universal para el equipo español, tras imponerse en 2013 a Dinamarca en la final del Mundial celebrado en España. Hace solo unos meses en Vigo, con motivo del Mundial junior, se le tributó un cariñoso y merecido homenaje.