Todo se oscureció para el Barcelona cuando la rodilla de Gerard Piqué se dobló hacia dentro tras una acción con Correa. El drama se palpó muy pronto. El rostro del defensa reflejaba la preocupación. Desde el primer momento se percibió que la lesión podía ser muy grave. Piqué fue sustituido a la hora de juego por Dest y abandonó el Wanda entre lágrimas, consciente de que se asomaba a un largo periodo de recuperación.

Sin embargo, el primer parte médico del Barcelona resultó optimista: “Gerard Piqué tiene un esguince en la rodilla derecha. Pendiente de más pruebas para saber el alcance exacto de la lesión”, indica ese parte, que también incluye a Sergi Roberto, lesionado al final del partido: “Sergi Roberto tiene una lesión muscular en el recto femoral del muslo derecho”.

No está demasiado acostumbrado Piqué a perderse citas por lesión. De hecho, desde que juega en el Barça su récord de inactividad es de 42 días por una lesión en la cadera. La baja supone un gravísimo problema para Ronald Koeman, ya que se trata de la parcela peor cubierta de la plantilla. El técnico solo cuenta ahora mismo con Lenglet en plenas condiciones. Umtiti está entrenando bien y se espera que reciba pronto el alta, pero su rodilla sigue siendo una incógnita y ofrece cualquier cosa menos garantías de rendimiento a corto plazo. El uruguayo Ronald Araujo, mientras, se encuentra en la recta final de su recuperación de un problema en el bíceps femoral. De Jong ha sido la solución de urgencia de Koeman, como ocurrió ayer en el Wanda.