El Iberconsa vuelve al plano terrenal

El primer cuarto sirvió para calentar motores pero dio las primeras pistas de lo que pasaría con el cuadro vigués durante el encuentro: la falta de acierto. Al Iberconsa le costaba carburar aunque Vilas, Alejos y Edwards comenzaban a convertir los primeros puntos del partido. El final del primer cuarto arrojaba un 16-10 favorable a los locales. En el siguiente, el ritmo del partido se enrareció, con varios minutos sin que ninguno de los dos equipos encestasen. La entrada de Sam Mack fue un revulsivo, pero entonces cierta ansiedad en el juego derivó en una situación que permitió al Fundación Aliados, en apenas un minuto, volver a colocarse con 6 puntos de ventaja, llegando al descanso con 26-20.

Fue en el tercer cuarto donde el Fundación Aliados mostró su mejor cara y llegó a ponerse a 16 puntos del Iberconsa, terminando el periodo con un marcador favorable de 42-30. El cuadro vigués conseguía 10 puntos en el cuarto, los mismos que había acumulado tanto en el primero como en el segundo y, a pesar de que en los últimos compases del tercer tiempo fue capaz de reducir distancias, el equipo de César Iglesias se enfrentaba a una gesta muy complicada.

A pesar de haber ido a remolque todo el partido y de haber perdido el tercer cuarto con un parcial de 16-10, el Iberconsa sacó garra y salió decidido a remontar. El problema fue que el ritmo del cuarto iba a estar muy condicionado por los cortes de ritmo que se iban a producir en los últimos 10 minutos. A pesar de algunas decisiones arbitrales que no parecían compartir los integrantes del equipo vigués, e incluso después de una técnica a Agustín Alejos, el equipo logró reducir la distancia a 6 puntos y obteniendo la victoria parcial en el último cuarto ( 8-14). No obstante, los esfuerzos no fueron suficientes para salir de Valladolid con la victoria.