Del pasado al presente en un mismo fin de semana. Aunque pueda sonar a título de película, pocas veces –quizá ninguna en la historia de los rallyes en España– se ha dado la situación que Daniel Alonso y Cándido Carrera vivieron en tierras del Levante. Disputaron sendas prueba del Campeonato de España de Rallyes para Vehículos Históricos (CERVH) y del Campeonato de España de Rallyes de Asfalto (CERA) con menos de 24 horas de diferencia. Una aventura además con sobresaltos.

El Past Racing quiso aprovechar la visita de ambos campeonatos a dos localidades tan cercanas como Relleu y La Nucía. La escudería desplazó hasta estas poblaciones próximas a Benidorm dos unidades de su estructura, el Ford Sierra Cosworth y el Ford Fiesta Rally2. Un reto que implicó un trabajo de equipo espectacular ya que han tenido que adaptarse para poner a punto de manera consecutiva dos vehículos de características tan dispares y separados por más de 30 años.

El viernes el CERVH ponía su punto final a la temporada en Relleu con la disputa del Rallye La Nucía-Mediterráneo. En la salida se encontraban Alonso y Carrera, dispuestos a plantar cara al Subaru Legacy de Antonio Sainz y Javier Martínez. En las primeras especiales de la prueba ambos equipos se repartieron los scratch, hasta que un problema en un palier en el Ford Sierra Cosworth del piloto avilesino le obligaba a retirarse un poco más tarde.

No había tiempo para lamentarse ya que el sábado tocaba cambiar el chip, subirse al Ford Fiesta Rally2 y disputar otra carrera; bajo la misma denominación, Rallye La Nucía, pero con especiales distintas.

Con el 16 en las puertas, la pareja asturgalaica salía a las especiales de Alcoleja, Benasau, Coll de Rates o Pego con la intención de disfrutar y seguir sumando kilómetros con una unidad novedosa para ellos. Este Fiesta Rally2 es la unidad con la que Xevi Pons y Terra Training Motorsport habían participado en el Rallye de Tierra de Lorca. Llegó a manos de Daniel Alonso en el mes de septiembre.

La competición se saldó de manera satisfactoria. Aunque un pequeño jabalí casi provoca un incidente, finalmente llegaban al parque cerrado poniendo así punto final a un intenso fin de semana.

“Ha sido una experiencia única poder rodar con dos coches de primer nivel, cada uno en su categoría y con conceptos totalmente diferentes. ”, valoraba Cándido Carrera. Para el copiloto de Salvaterra, “el Ford Sierra Cosworth destaca por su potencia y velocidad en rectas, mientras que el Fiesta Rally2 lo hace por su gran paso por curva y una frenada brutal. Nuestra adaptación ha tenido que ser superrápida. Pese a la rotura del palier el viernes y al jabalí en el CERA el sábado, hemos demostrado que podemos ir deprisa con ambas unidades”.