Reparto de puntos en el derbi de la ría entre un Rápido de Bouzas y un Alondras que se mantienen en las plazas que lucharán por la permanencia en la categoría.

Los dos equipos llegaban al Pujales buscando tres puntos que les permitieran salir de la zona “caliente” de la clasificación, y es que con el actual sistema de competición no se pueden dejar los deberes para la segunda vuelta.

Esa necesidad hizo que los primeros cuarenta y cinco minutos partido, el juego no fuera vistoso. Ninguno de los dos equipos era capaz de controlar el centro del campo, por lo que el esférico circulaba de un lado al otro sin demasiado criterio. Nadie era capaz detener el control y, por lo tanto, las llegadas a las áreas eran contadas y sin excesivo trabajo para los dos porteros.

Fue el Rápido el que con el paso de los minutos se fue serenando y organizó una presión en la salida del balón que estuvo a punto de darle resultados a los veinte minutos de juego, cuando una pérdida en la frontal del área acabó con una falta en la frontal que se saldó sin consecuencias. El Rápido se hacía con el control del partido, y poco después pudo desnivelar el marcador con una falta que saca Lede y que obliga a Martín a despejar el esférico a córner, no sin ciertos apuros.

El Alondras trataba de estirarse, pero lo mejor que le podía suceder era que el colegiado del encuentro decretara el final de la primera parte y le permitiera a Jorge Otero reorganizar la segunda parte.

Y el paso por el vestuario le vino bien a los de O Morrazo, que a los dos minutos disponía de una falta en la frontal que Yahvé envió fuera. Parecía que la segunda parte iba a ser diferente, pero la verdad es que lo fue por otro motivo muy diferente, pues en la siguiente jugada Canhoto conectó un potente disparo desde el vértice izquierdo de su ataque, ante el que nada pudo hacer Martín. Un tanto que llegaba pronto y que le dejaba tiempo a los de O Morrazo para reaccionar.

Otero no tardó demasiado tiempo en reaccionar. Necesitaba reforzar la medular para recuperar el control del esférico, por lo que le dio entrada a Jesús Varela y Mauro. Las fuerzas comenzaron a igualarse, ante un Rápido de Bouzas que comenzaba a retrasar líneas dejándole el balón a los de O Morrazo para intentar salir en alguna contra.

Las cosas se le complicaron al Alondras cuando a diez minutos para la conclusión, Mauro vio la segunda amarilla y se tuvo que marchar al vestuario. Faltaba poco tiempo, mandaba en el marcador, y el rival estaba con un jugador menos, situación propicia para los aurinegros, que vieron más cerca la victoria final.

Sin embargo, un ex, Agujetas, se encargó de truncar las esperanzas de los jugadores locales a cinco minutos para la conclusión del encuentro. Una jugada del Alondras, de lado a lado del campo, termina con un balón al segundo palo que Agujetas no tiene más que empujar y, sobre todo, sin tiempo para poder reaccionar.