Ribadumia y Estradense disputaron ayer uno de esos encuentros que tanto gusta al aficionado, pero que supone un suplicio para los entrenadores, tanto por el resultado (3-3), como por los errores defensivos que permitieron un marcador tan abultado. Los dos equipos se lanzaron a por el partido, con más ímpetu los visitantes, que gozaron de más ocasiones y fueron mejores durante un importante tramo del encuentro, pero con un Ribadumia que demostró que puede ser muy efectivo ante la meta contraria

Corría el minuto 5 cuando en un saque de banda, Brais Calvo soltó un balón bombeado al área. Entre el viento y el bote, el balón superó a Baraca y acabó dentro de la portería del Ribadumia ante la sorpresa del propio Brais Calvo.

Las circunstancias del gol dejaron un poco tocado al Ribadumia, algo que el Estradense aprovechó para hacerse con el control del partido, aunque no le duró mucho. El Ribadumia comenzó a tocar el balón y encontró el gol por medio de Cheri, pero fue anulado por un fuera de juego muy dudoso. El tanto era fruto del dinamismo que el equipo de Carro trataba de imprimir al juego, especialmente por banda, con continuas incorporaciones de los laterales. El gol de la igualada era cuestión de tiempo, y llegó. Lo hizo a balón parado en el minuto 31, en un saque de falta de Diego Abal que puso el cuero en la cabeza de Fran Fandiño en el segundo palo. Con el encuentro igualado comenzó un reparto de golpes del que saldría beneficiado el equipo local. Avisó primero el Estradense con un disparo de Juanín al larguero y prácticamente en la jugada siguiente, la defensa del Estradense no estuvo hábil para despejar una pelota que cabeceó hasta en dos ocasiones Charles, la segunda de ellas superando a Cascallar y anotando el segundo tanto. El Estradense lo intentó y tuvo un par de ocasiones claras, pero no consiguió nivelar el encuentro antes del fin de la primera mitad.

Nada más arrancar la segunda parte, Hugo Soto le ganó la espalda a los centrales, filtró un pase a Charles y el centro de este lo remató Fran Fandiño. El premio lo encontró el Estradense en un golazo de Juanín que dejó incrustado el balón en la escuadra contraria. El tanto permitía a los visitantes meterse en el partido con muchos minutos por delante, y el equipo de Alberto Mariano se lanzó a por el premio de la igualada. Piñeiro y Carabán tuvieron la igualada, pero fue Ángel el que la consiguió.

Victoria con resultado engañoso (20-26) para el Guardés en Lanzarote. Una renta de seis goles que poco hace intuir el esfuerzo y trabajo del equipo de José Ignacio Prades para sentirse cómodo en la pista y sobreponerse a una desventaja mínima al descanso (12-11) pero que no dejaba buen cuerpo a las gallegas antes del paso por vestuarios. Aunque Míriam Sempere estaba atinada bajo palos, Gabriela Pessoa (con seis tantos en treinta minutos) era incontrolable. Bajo la batuta de Patrícia Lima el Guardés disfrutó de sus mejores minutos en el segundo acto y el tiempo muerto del técnico guardés al filo del minuto 45 resultó clave antes del parcial de 0-3 que permitió respirar tranquilo al equipo (16-21) hasta los minutos finales.

El Guardés, que no pudo contar finalmente con la capitana África Sempere por motivos personales, inició el partido buscando recuperar el ritmo competitivo que en la previa ya advirtió Prades se había intentado mantener en las últimas semanas sin disputar partidos. Aunque Míriam Sempere se mostraba con confianza bajo palos, el Guardés estaba errático en ataque y era incapaz de controlar a Pessoa. Fue una primera parte de alternativas, con mucha igualdad en el marcador y que dejó tímidas ventajas para el Guardés (1-3, 2-4, 7-9, 8-10) hasta que un solo gol en los últimos cinco minutos puso las cosas de cara para las de Betancort (12-11).

Tras el paso por vestuarios, el equipo de Prades se mostró poco a poco más confiado, más seguro bajo la dirección de Lima que encontraba buenas conexiones con pivote y circulaba el balón y con más consistencia en defensa con Gómez-Descalzo, y protegido bajo palos con una notable Marisol Carratú. Con esta fórmula y un par de ajustes, el Guardés disfrutó de sus mejores minutos con Paulina Pérez (11) y Sandra Santiago (6) como referentes ofensivos.