El triunfo en el clásico del fútbol español disputado en el Camp Nou (1-3) devolvió la alegría a la plantilla del Real Madrid, que comenzó a preparar la visita al Borussia Moenchengladbach en la Liga de campeones con la novedad de Eden Hazard ejercitándose al mismo ritmo que sus compañeros en una mañana que confirmó la baja de Nacho Fernández y el buen estado de Fede Valverde.

No hay tiempo para celebraciones en el Real Madrid. Con el ambiente mejorado gracias a su triunfo ante el eterno enemigo, el Barcelona, regresó a los entrenamientos ya con la mente puesta en otro encuentro de alta necesidad, el duelo ante el Borussia Moenchengladbach en Alemania con la obligación de reaccionar en la fase de grupos tras perder en el estreno frente al Shakhtar.

La gran noticia de una mañana fría en Valdebebas fue la presencia de Hazard en la dinámica de grupo. El centrocampista belga trabajó por primera vez con sus compañeros desde que el pasado 29 de septiembre sufriese una lesión muscular en vísperas de su reaparición.

Zinedine Zidane celebra la buena evolución de Hazard y medirá el momento de su reaparición. Mientras tanto pierde a Nacho, que fue sustituido en los últimos compases del primer acto en el Camp Nou por un problema muscular y el domingo guardó reposo a la espera de ser sometido el lunes a una resonancia magnética que muestre el alcance exacto de su lesión.

Fede Valverde por su parte está en perfectas condiciones, según informan a Efe fuentes del club blanco. El centrocampista abandonó el clásico mareado y con la vista borrosa pero ya en el regreso estaba bien y podrá entrenar el lunes junto al resto de sus compañeros en el momento en el que Zidane juntará a todos sus jugadores disponibles.

El técnico separó este domingo a titulares, que tuvieron una sesión de recuperación, de suplentes que trabajaron con mayor intensidad con la inclusión de Hazard. Mientras tantos sobre el césped ya trabajan el noruego Martin Odegaard y Álvaro Odriozola, dando un paso al frente en la recuperación de sus lesiones musculares. Dani Carvajal y de nuevo Mariano Díaz, que ya había regresado a la dinámica de grupo, se ausentaron de la sesión y se quedaron en el interior de las instalaciones.

Por otro lado, el israelí Orel Grinfeld arbitrará el Borussia Moenchengladbach-Real Madrid, de la segunda jornada de la Liga de Campeones, que se disputará el martes a las 21.00 en el Borussia Park, mientras que el italiano Marco Guida dirigirá el Atlético de Madrid-Salzburgo, que se jugará también el martes en el Wanda Metropolitano.

Grinfeld, que estará ayudado en las bandas por sus compatriotas Roy Hassan e Idan Yarkoni, arbitró el Real Madrid-Viktoria Pilsen hace dos años en la fase de grupos de la Liga de Campeones. El partido finalizó con victoria local por 2-1.

Modric, sobre su futuro: “Pase lo que pase, no habrá problema”

Luka Modric cumplió 350 partidos con el Real Madrid en un clásico en el que dejó su huella con su primer gol al Barcelona, centrado en una temporada que puede ser la última de blanco, sin conversaciones con la directiva para renovar el contrato que expira el 30 de junio de 2021, y mostrándose comprensivo con cualquier decisión que tome el club. “Todavía me queda este año en el Real Madrid y después veremos qué pasa. Me encuentro bien y quiero seguir jugando al fútbol unos años más. Ya veremos donde. Para ser sincero, no he pensado mucho en ello. Estoy centrado en el Madrid y en las cosas que podemos conseguir esta temporada. Ese es mi único objetivo”, dijo. “Después me sentaré con la directiva y buscaremos una solución adecuada para todos. Llevo aquí ocho magníficas temporadas y he forjado una relación buenísima con todas las personas del club. Pase lo que pase, no habrá ningún problema”, dijo a la revista 'Four Four Two'. Para Modric jugar en el Real Madrid “fue un sueño hecho realidad” y guarda recuerdos imborrables de cuando se cerró su fichaje. “Fue una sensación increíble, uno de los momentos que más recuerdo fue cuando firmé el contrato y sentí que era realidad, que jugaría en el club más grande del mundo”.