El nuevo dibujo táctico azulgrana pone el foco sobre el doble pivote, monopolizado hasta ahora por Busquets y De Jong. Funcionó frente al Villarreal y en Balaídos, pero se vio desbordado por el centro del campo del Sevilla en el Camp Nou y no generó el fútbol suficiente en Getafe. La opción de Pjanic, un jugador con experiencia y acostumbrado a moverse en esa zona del campo, es una de las pocas alternativas de Koeman para buscar una mayor solidez ante la visita del Madrid.

Definida la defensa con la llegada de Sergiño Dest, a expensas de la recuperación de Jordi Alba, la alineación azulgrana del clásico dependerá de cómo baraje Koeman sus abundantes recursos de ataque. El buen partido de Pedri en Getafe pone aún más en duda la continuidad en el once del desenfocado Griezmann. Los piropos al canario se han convertido en una constante en el día de ayer y uno de los motivos de esperanza de cara al futuro de un Barcelona que necesita también de esta clase de noticias para iluminarse en este desconcertante inicio de temporada.