El Celta Zorka Recalvi se llevó el primer susto de la temporada, sufriendo muchísimo para sumar la segunda victoria. Un triunfo importante porque seguro que muchos equipos de la zona alta de la clasificación lo van a pasar mal en el Estadio de la Juventud.

El partido ante el Arxil tuvo dos partes completamente diferentes. En los dos primeros cuartos fue difícil identificar al conjunto vigués, a pesar de llevar dos jornadas del campeonato. Maite Fernández, entrenadora local, sabía del potencial de las viguesas dentro de la zona, y por eso centró sus esfuerzos en que no recibieran las jugadoras interiores, recuperar el balón y salir con velocidad a la contra.

Un triple de Carla Fernández, mediado el primer cuarto, fue el inicio del declive del cuadro vigués. Arxil comenzaba a jugar cómodo y al Celta Zorka Recalvi le faltaba intensidad en defensa, permitiendo que las pontevedresas entraran a canasta con demasiada facilidad. Un tiempo muerto de Cristina Cantero no evitó que el cuarto finalizara con nueve puntos de desventaja.

Las cosas no mejoraron en el segundo cuarto. El cuadro vigués seguía desaparecido a pesar de una tímida reacción tras el salto inicial, y en seis minutos encajaban un parcial de 11-0 que dejaba el marcador en un amplio 34-18, obligando a Cristina Cantero a solicitar urgentemente un tiempo muerto.

Si hay un dato de la intensidad defensiva de las viguesas fue el que solamente hicieron en este segundo cuarto dos faltas personales y eso lo dice todo. Al descanso, 43-27 y la sensación de que todo estaba visto para sentencia.

De lo que no cabe duda es que la bronca de Cristina Cantero a sus jugadoras en el vestuario debió de ser de órdago. Tras la vuelta a la pista, el equipo vigués volvió a cerrarse en una defensa zonal que comenzaba a desquiciar a las jugadoras del Arxil, que ya no eran capaces de anotar con la facilidad de los dos primeros cuartos. A pesar de ello conseguían mantener la ventaja por encima de los diez puntos, lo que les daba cierta tranquilidad.

Mediado el cuarto, el Celta Zorka Recalvi lograba un golpe psicológico, que era bajar de los diez puntos de desventaja. Fue el momento, además, en donde Maja Stamenkovic sacó los galones y además de defender con intensidad, acabó el partido con diez rebotes, asumió la responsabilidad en ataque. El resultado, que las viguesas afrontaban los últimos diez minutos de partido con tan solo cuatro puntos de desventaja.

Era otra historia completamente diferente, y con dos dinámicas distintas. Al Arxil, que se veía ganador antes del descanso, le comenzaba a entrar el miedo porque era incapaz de superar la defensa zonal de las viguesas y de frenar a Maja, y tras tres minutos de juego del último cuarto, Noa anotaba la canasta que volvía a poner al Celta Zorka Recalvi por delante en el marcador. La situación y la actitud del cuadro vigués era otra diferente, llegando al final de los cuarenta minutos reglamentarios con una victoria que sabe a gloria.