La Real Sociedad pretende abrir el Reale Arena a 1.000 espectadores, el máximo que permite el Gobierno Vasco, para asistir al partido de la Liga Europa contra el Nápoles, el próximo 29 de octubre.

El presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay, ha anunciado, en una rueda de prensa, que el club se mantiene en contacto con el Gobierno Vasco para acordar las condiciones en las que el público accederá a Anoeta por primera vez desde el inicio de la pandemia.

La UEFA, a diferencia de LaLiga, permite el acceso limitado de público a los estadios, siempre de acuerdo con las normativas vigentes en cada país o comunidad autónoma y en el caso de Euskadi, la orden vigente actualmente permite la entrada a espectáculos deportivos al aire libre de un máximo de 1.000 personas, una norma que la Real pretende aplicar para reiniciar la vuelta de público a su estadio.

La intención de la Real Sociedad choca con el criterio del Consejo Superior de Deportes (CSD), que la semana pasada remitió una carta al presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, para advertirle de que el Gobierno español no permitirá el acceso de espectadores a grandes competiciones.

En esta carta, que desveló La Vanguardia, la presidenta del CSD, Irene Lozano, sostenía que el Gobierno "excluye firmemente la apertura de los estadios a los aficionados y al público en general" y añadía que trabaja "estrechamente" con las autoridades locales y regionales.