atletismo
Julia y las zapatillas mágicas
Vaquero, que participará en el Trail do Trega, relata su mejoría gracias a un calzado innovador que le han regalado
Vigo
Suena el timbre en casa de Julia Vaquero. Es el 18 de septiembre. La olímpica cumple 50 años. El recadero le entrega un paquete y Julia lo desenvuelve intrigada. Descubre unas extrañas zapatillas, como mutiladas en su tacón. Son FBR, un revolucionario modelo ideado por el alicantino Franc Beneyto. El propio inventor y Pep Ribas, organizador de la Milla Urbana Isla de Ibiza, se las han regalado. Otro impulso en su reconciliación con el atletismo. El próximo día 11 participará en el Trail do Trega, su primera prueba en dos décadas. Galopará por los caminos en los que precisamente se estrenó, siendo adolescente. Julia entrechoca sus zapatillas al revés que Dorothy sus zapatos de rubí en Oz, por la puntera, y repite la misma salmodia: "Se está mejor en casa que en ningún sitio".
En agosto volvió a correr, después de doce años al paso. El entrenamiento le refrescó viejos dolores, especialmente los de aquella fractura del escafoides. Consecuencia de exprimirse en calendarios infernales y especialmente por su deficiente técnica. "Gregorio Parra decía que le dolía verme correr", recuerda Julia. "Yo tengo una asimetría. El derecho es mi lado débil. Tenía que haber trabajado en eso. Ahora soy consciente. Pero entonces corría por rabia, para escapar de mi realidad. Era una niña asustada".

Julia y las zapatillas mágicas
Julia, ya se ha dicho, reveló en 2017 que padece un trastorno bipolar. Ha transitado por un divorcio oneroso. Vive con una pensión de 400 euros. Abandonada por tantos en estos años oscuros, otros la han acompañado: Paco, ese aficionado sevillano que quedó encandilado aquel día en La Cartuja que Julia, aunque extenuada, en vez de firmarle un autógrafo, se preocupó por conseguirle una postal promocional; Caballero,el organizador del Cross de Sonseca, que al ganador le entregaba su peso en mazapán; Pep Ribas, que ha insistido en invitarla cada año a Ibiza aunque Julia le replicase: "A correr no puedo ir, no estoy bien".
Este año sí hubiera acudido. La milla ibicenca debería haberse celebrado hoy. La pandemia lo ha impedido. Ribas se quedó, sin embargo, con que Julia había vuelto a trotar. Diez días antes de su cumpleaños contactó con Franc Beneyto. "Somos casi como hermanos", revela el alicantino. "Pep me dijo que estaba ayudando a Julia Vaquero desde la lejanía, que ella estaba pasando un momento delicado y que tampoco estaba económicamente bien".
- ¿Por qué no le regalamos unas zapatillas?
Beneyto es entrenador desde hace 30 años. En Denia, congregando a sus discípulos, ha fundado su propio equipo, el FBR: Fran Beneyto Runners. Y ha creado un calzado de concepto revolucionario. "Las zapatillas de hoy en día nos invitan a talonar. Es un mal vicio. Nos produce lesiones a medio y largo plazo, independientemente del ritmo al que vayas, y un menor rendimiento".
Su remedio ha sido una zapatilla, en esencia, sin talón. "Al quedar flotante, los elementos elásticos del gemelo, el sóleo y el tendón se cargan de energía cuando el talón está bajando y la devuelven en el impulso". Para bautizarlas, ha aprovechado ese FBR ya conocido en el ambiente, pero ahora acrónimo de Faster Better Runners: corredores más rápidos y mejores.
Esas son las zapatillas que ha regalado a Julia, de efecto inmediato. "El cerebro es inteligente. Sucede desde la primera zancada. Te dice que detrás no puedes apoyar, que apoyes delante", sostiene Beneyto. La guardesa confirma su beneficio. "Franc me dijo que el primer día tenía que correr solo seis o siete minutos, para adaptarme. Como soy así, corrí cuarenta. Se me cargaron los gemelos. Parece que te desequilibras, que vas con zancos. Pero después es una pasada. Te ayudan muchísimo".
"Es como magia", añade Beneyto. "Evidentemente Julia tiene problemas con los pies desde antaño, me imagino que por esa deficiente técnica. Con las FBR se está adaptando rápidamente. Ya ha realizado entrenamientos de casi dos horas, aunque le he dicho que eso no debe hacerlo. Pero se está animando tanto que está dando rienda suelta a sus caballos. Hay que ir más poquito a poco".
Porque el dianense, desde que trabaron contacto, está ejerciendo de entrenador de Julia. Desde la distancia, y de manera altruista, le está diseñando los planes de trabajo. "Entrenar sola es muy difícil", conviene Julia. "Franc sabe lo que hace. Tienes que disfrutar corriendo".
Es su pretensión en el Trail do Trega; una modalidad de carrera en naturaleza, por senderos, especialmente exigente, para las que no son aptas las FBR -están diseñando unas específicas-. La organización ha querido que Julia porte el dorsal número una. Novena en los Juegos de Atlanta, todavía plusmarquista nacional de 5.000, admite: "Para mí es una responsabilidad, aquí en casa; como una Olimpiada". Aunque luego se acuerda de 1996, cuando el Concello de A Guarda fletó autobuses para viajar a Barcelona, donde ella iba a intentar la mínima olímpica: "Llenaron dos con gente mayor porque pensaban que iban a ver a Julia Otero -la periodista grababa un programa de televisión en la Ciudad Condal-, no a Julia Vaquero", relata divertida y se repite sobre el Trail: "El objetivo es pasárselo bien".
Suscríbete para seguir leyendo
- Consiguen detener al conductor de un camión que circulaba sin control por la A-55 debido a una crisis diabética
- Un hombre afronta una multa de 225.000 euros por pilotar ilegalmente un dron desde el Castro de Vigo
- Le imponen 5.500 euros por dejar el coche «aparcado» en un taller de Vigo durante seis meses
- María José Crispín, doctora experta en nutrición: «Ya no se recomienda hacer cinco comidas al día»
- Melody pone en jaque su participación en Eurovisión: «No voy a ir a Basilea, es el momento de decirlo»
- El pueblo donde mejor se come de Galicia: un tesoro 'infravalorado' en plena Ribeira Sacra
- Hallan semen de tres varones distintos en el caso de la violación de San Campio
- Padín forzó al «Pitanxo» a la zozobra final con el buque ya escorado y con sobrepeso