Los números a veces no lo explican todo. No hablan de la ética del trabajo, la determinación o la influencia de una estrella en el juego. Pero los de Lebron James deslumbran. Dibujan un escenario de grandeza. A punto de alcanzar los 36 años (el 30 de diciembre), James disputará la décima final de su carrera en 17 temporadas como profesional, la novena en los últimos diez años, en las que ha ganado tres anillos.

Sería imposible entender la NBA de la última década sin la figura de Lebron, el protagonista sobre el que girará la apasionante final en la que se enfrentarán Los Angeles Lakers y los Miami Heat a partir de la madrugada del jueves (03.00, horario español). Su empeño es cumplir el voto que hizo a través de las redes sociales a Kobe Bryant tras su fallecimiento. "Te prometo que continuaré tu legado".

Superar a Denver en la Conferencia Oeste ya ha supuesto acabar con una larga travesía por el desierto. Hacía 10 años que no pisaban las finales. Desde 2010, cuando el equipo de Kobe, Pau y Phil Jackson se impuso a los Celtics y encadenó su segundo título (un año antes habían vencido a Orlando). La llegada de Anthony Davis, su química con Lebron, y sus espectaculares números (28,8 puntos, 9, 3 rebotes, 3,6 asistencias) han multiplicado la pegada del equipo angelino. El trabajo de veteranos como Dwight Howard o Danny Green, la recuperación de Rajon Rondo y el paso adelante de Caruso o Kyle Kuzma han consolidado a la plantilla. Y la incorporación de Frank Vogel al banquillo, discutida en sus inicios, ha convertido a los Lakers en uno de los mejores equipos defensivos.

"El trabajo no ha terminado", explica James, que ha cerrado la final de conferencia con promedios de 27 puntos, 10,4 rebotes y 9 asistencias y un acierto del 53,6% en tiros de campo. "Como franquicia, me siento muy orgulloso de formar parte de esto y devolverles al lugar en el que tienen que estar, compitiendo por títulos, jugando finales de Conferencia... Cuando vine a los Lakers se dijo que era por motivos que no eran baloncesto. Todo eso iba a añadir más leña al fuego, pero nunca paró mi viaje, mi objetivo ".

No lo tendrá fácil Lebron frente a los Miami Heat, la auténtica revelación en la burbuja de Orlando. Durante toda la temporada, el equipo de Florida había insinuado su potencial mientras los elogios volaban a los Bucks, los Raptors o los Celtics. Pero en los play-off, a los que accedió como quinto cabeza de serie en el Este, los Heat han explotado. El 4-2 frente a Boston para levantar el título en el Este confirma la química que ha generado el técnico Erik Spoelstra en una plantilla que ha dado el salto de calidad esta temporada con la llegada de Jimmy Butler, pero que cuenta con veteranos de clase como Goran Dragic o André Iguodala y jóvenes de una enorme proyección como el interior Bam Adebayo (23 años) y el exterior Tyler Herro (20 años). "Creo en este grupo. Yo sé que podemos ganar cuatro partidos más", avisa Butler que a los 31 años y en su novena temporada, podrá jugar, por fin, una final.