Pablo Carreño Busta, vigésimo cabeza de serie, que ayer consiguió llegar por segunda vez a las semifinales del Abierto de Estados Unidos tras cuatro horas y ocho minutos de acción frente al joven canadiense Denis Shapovalov, declaró sentirse "destrozado", pero "feliz". El español ganó por 3-6, 7-6 (5), 7-6 (4), 0-6 y 6-3. "Es increíble estar de vuelta en semifinales", aseguró. El último obstáculo de Carreño Busta para alcanzar su primera final en Flushing Meadows y de un Grand Slam será el joven alemán Alexander Zverev, de 23 años, quinto cabeza de serie, que batió por 1-6, 7-6 (5), 7-6 (1) y 6-1 al croata Borna Coric.