El fútbol femenino vigués no profesional de categoría nacional está en marcha. El Sárdoma CF, de Primera Nacional, inició ayer sus entrenamientos en el complejo deportivo municipal de Samil, su nuevo hogar mientras el Concello no reabra la totalidad de campos de su titularidad. El campo de As Relfas, su tradicional feudo, es uno de los que está a la espera.

"Arrancamos con 21 jugadoras la pretemporada, seguimos pendientes de dos incorporaciones, pero no me preocupa de momento", explicaba David Ferreiro, el nuevo entrenador sardomista.

No han sido los primeros porque el CD Valladares les saca dos semanas de ventaja. Al ser A Gándara campo propio, Jacobo Lorenzo comenzó el trabajo dos semanas atrás.

El también nuevo técnico necesita todo el tiempo que pueda conseguir para ensamblar un proyecto completamente renovado, con aluvión de jugadoras del Balaídos CF, por la masiva marcha de futbolistas con el anterior entrenador. En su tercer año en competiciones nacionales, el Valladares presentará un plantel totalmente cambiado.

Por ahora, las blanquiazules han estado cuidando la preparación física y trabajando con balón pero a nivel individual, sin contactos.

La UD Mos, tan cercana por el número de exsardomistas y por jugar en municipio colindante, empieza esta semana.

Cierto es que las últimas directrices de la Xunta permiten ya el contacto físico en las sesiones preparatorias de estos equipos de divisiones nacionales, pero es un paso que todos están midiendo.

"Podemos empezar, pero con mucha cautela", sostiene Ferreiro sobre el contacto físico.

La RFEF ha marcado el 18 de octubre como fecha deseada para el inicio del campeonato, por lo que faltan todavía cinco semanas para el pistoletazo de salida.

Tiempo suficiente para poder programarse. Y más cuando la situación sanitaria continúa siendo incierta. Los equipos gallegos de categoría nacional tendrán a cántabras y asturianas como rivales un año más.

Ferreiro, además de alguna incorporación, está intentando mantener a Pipa Paz. "En principio no sigue, pero estamos intentando convencerla".

La defensa, todo un seguro atrás, sopesa seriamente dar por concluida su etapa futbolística. Y el Sárdoma, sabedor de su rendimiento, desea que prolongue sus servicios un año más.