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Un premio que vale un presupuesto anual

El Val Miñor, pendiente de los traspasos de Rodrigo y los Alcántara para embolsarse unos 200.000 euros

Rafinha Alcántara, Rodrigo Moreno y Thiago Alcántara. // FdV

El mercado de fichajes podría deparar una excelente noticia para el Val Miñor, el club heredero de aquel Ureca en el que brillaron como alevines Rodrigo Moreno, Thiago Alcántara y Rafinha Alcántara. Los tres se encuentran en la rampa de salida para abandonar el Valencia, el Bayern Múnich y el Barcelona. Un cambio de club a otra liga reportaría unos importantes dividendos al conjunto gallego por los derechos de solidaridad que le corresponderían en cada una de esas operaciones por haber contribuido a la formación del trío de futbolistas.

Quince años después de su paso por Nigrán, los hijos de Mazinho y su "primo" Rodrigo podrían coincidir en la Premier League. El valencianista estudia una oferta del Leeds United que dirige Marcelo Bielsa. El mayor de los Alcántara había anunciado antes de ganar la Champions que abandonaría el equipo bávaro, en el que le resta un año de contrato. El fútbol inglés sigue muy atento a las decisiones de Thiago, que podría sumarse al proyecto de Pep Guardiola en el Manchester City. Con el entrenador catalán dio el salto al primer equipo azulgrana, en el que coincidió con Messi, Iniesta, Xavi, Puyol o Ibrahimovic, entre otros. En Múnich también coincidió con Guardiola. Su hermano Rafinha no entra en los planes de Ronald Koeman y prepara su despedida del Barcelona, que lo tasó en unos 16 millones de euros. En Italia y en España despierta interés (el Celta quiere repescarlo), pero tampoco se descarta su traslado a Inglaterra, donde coincidiría con Rodrigo y con Thiago.

Si esas tres operaciones se cerrasen por las cifras que se manejan, el Val Miñor recibiría una cantidad similar a su presupuesto anual, que ronda los 200.000 euros. "Nos arreglaría un año completo o nos garantizaría la viabilidad del club para los próximos diez años", explica Álex Villar, coordinador deportivo del Val Miñor y uno de los técnicos que vieron crecer a los tres futbolistas de raíces brasileñas pero con una estrecha vinculación a España. De hecho, Rodrigo y Thiago son habituales en las convocatorias de la Roja. Rafinha, por su parte, se decantó por la Canarinha, con la que ganó un oro olímpico.

No sería la primera vez que el Val Miñor se ve beneficiado por los movimientos de los Alcántara y de Rodrigo en el mercado del fútbol. Álex Villar no puede aportar cifras concretas sobre lo que le han reportado indirectamente a su club estos jugadores, que llegaron a Nigrán de casualidad, cuando Mazinho y su pariente Adalberto Machado, padre de Rodrigo, descartaron poner en marcha en Vigo la escuela de fútbol que habían proyectado desde Brasil. En ese momento, Rodrigo y Thiago eran inseparables, por lo que acabaron en el Ureca, al que se uniría el pequeño Rafinha, que comenzó como portero. "Pero en una ocasión, ese dinero nos dio para cambiar el césped al campo de fútbol, además de poder cubrir presupuestos en más de una ocasión", comenta el coordinador deportivo del club de Nigrán.

Los primeros beneficios al Ureca llegaron del Barcelona, con el que habían firmado un convenio de colaboración, por llevarse a los hermanos Alcántara a la Masía. "Ese dinero lo destinamos a la mejora del campo", recuerda Álex Villar, que también cita la marcha de Rodrigo al juvenil del Real Madrid tras pasar por la cantera del Celta. El equipo vigués acabó recibiendo unos 600.000 euros cuando el ahora delantero del Valencia fue traspasado al Benfica por 6 millones de euros. Los célticos se habían reservado el 10 por ciento en una futura venta de Rodrigo. El Ureca, en ese caso, había recibido una pequeña cantidad por derechos de formación cuando firmó por el equipo madrileño, y por derechos de solidaridad por la transacción internacional al club luso.

"Ese dinero nos sirve como saco de fondo para completar el presupuesto y para algún extra, como las bolsas de deporte de los jugadores en una determinada temporada", sostiene el portavoz del Val Miñor en referencia a las plusvalías que el fútbol profesional está obligado a repartir (exigencias de la FIFA) al fútbol base, dependiendo de los años de formación que hayan pasado los jugadores en esos clubes.

"El derecho de formación es cuando a los jugadores se les hace su primera ficha profesional. Eso ya lo hemos recibido de los tres futbolistas. Ahora estaría el derecho de solidaridad, que ampara a los clubes de base y se produce cuando el jugador cambia de país. Si Rodrigo ficha por un equipo español, nosotros no recibimos nada. Si se va a Inglaterra, por ejemplo, el club comprador debe abonar una cantidad que luego se distribuye entre los clubes en los que estuvo el futbolista hasta los 23 años. Es un 5 por ciento del traspaso, pero tiene más valor el año de juvenil que el de alevín, por ejemplo, los porcentajes son distintos. No sería ni el uno por ciento (de unos 30 millones), pero para clubes como el nuestro es un dinero que supone una ayuda para varias temporadas", explica Álex Villar.

Tres lustros después

Tres lustros después de que Rodrigo, Thiago y Rafinha abandonasen el club de Nigrán, en el Val Miñor esperan que el verano le depare la buena nueva de que los tres se trasladan a jugar a otros países. "Podría pasar con los tres", sostiene Álex Villar, "porque se da por hecho que Thiago se irá a Inglaterra y con Rodrigo pasa igual". Faltaría que el menor de los Alcántara buscase acomodo en Italia o Inglaterra. "Pero hasta que realmente no sea efectivo... Todo son rumores. Hasta que no se dé el fichaje, no hacemos mucho caso. Son cantidades que a nosotros nos supondrían un colchón para unas cuantas temporadas y más en esta que viene, que se presenta complicada", reitera el coordinador deportivo del equipo nigranense.

Como en su etapa en el fútbol alevín, Rodrigo y Thiago intentarán jugar juntos, a semejanza de lo que les ocurre cuando son citados por la selección española. A ellos podría unirse Rafinha, que prepara la mudanza en Can Barça para emprender una nueva aventura. La del Ureca le llevó a la portería. Después de convertirse en un reputado centrocampista, ahora podría seguir el camino que le abrieron su hermano y su "primo" Rodrigo Moreno.

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