El Elche jugará la próxima temporada en la máxima categoría del fútbol español. El cuadro ilicitano, que regresa cinco años después a Primera, consiguió el ascenso al batir al Girona en Montilivi por un ajustado 0-1, con un épico tanto de Pere Milla en el minuto 96, tras completar una nueva exhibición de solidez defensiva.

Los nervios, los miedos y el respeto entre ambos conjuntos que caracterizaron los primeros instantes del duelo pronto dieron paso a un control incontestable de la posesión de la pelota por parte del Girona; dueño y señor del partido en los primeros 45 minutos.

Mientras el Elche, una de las grandes sorpresas positivas del curso en la categoría de plata, aguardaba sus opciones encerrado en su campo, el Girona se acercaba con peligro a las inmediaciones de Edgar Badia; aunque sin olvidarse de proteger el arco de Asier Riesgo porque un tanto visitante podía ser una losa difícil de superar.

En el primer acto, el cuadro local, que llegó al tramo decisivo en su mejor momento del año futbolístico, acarició el gol por mediación de Granell, que inquietó a Badia con un chut muy lejano, con un disparo de Stuani desde la frontal del área que se fue justo por encima del larguero y con un zurdazo de Aday Benítez, pero el partido llegó al entretiempo con el mismo resultado con el que arrancó.

El duelo siguió el mismo guión en el amanecer de la segunda parte, y el Girona estuvo a punto de adelantarse con un peligroso remate de cabeza de Ignasi Miquel a la salida de un saque de esquina.

Todo cambió en el minuto 61. Después de que Jonathas volviera a jugarse la roja por enésima vez y de que Pacheta se viera obligado a relevarle para evitar quedarse con diez jugadores, el colegiado José Antonio López Toca, a instancias del VAR, expulsó, con roja directa, a Stuani por un pisotón sobre Dani Calvo en el centro del campo.

Con el Girona huérfano de la pólvora del máximo artillero de Segunda División, y de su gran referencia sobre el verde, e incapaz de entender que el árbitro fuera tan permisivo con Jonathas y tan estricto con Stuani, el panorama mutó radicalmente.

Convencido de que había llegado el momento del Elche, Pacheta revolucionó su equipo con la entrada de Fidel y Escriche. El Girona se enrocó y se aferró a la solidez defensiva pero no resistió el último empujón. Un gran centro y un cabezazo de Milla liquidó el drama.