El Campeonato de España de Triatlón Sprint fue la primera gran competición celebrada en Galicia tras la cuarentena y se desarrolló con unas fuertes medidas de seguridad para evitar cualquier mínimo riesgo de contagio.

Todas las pruebas se disputaron sin público y la sede, situada entre el puente de los Tirantes y la Avenida Buenos Aires, constaba de 1.200 metros cuadrados blindados en la que los propios atletas tenían un horario para entrar. Además, se realizó un registro en el que se tomó la temperatura a todo aquel que entrara a la zona, así como la desinfección de manos y tanto los medios acreditados como el personal desplazado entregaron un formulario médico.