La suspensión del Deportivo-Fuenlabrada ha generado turbulencias en el fútbol español, dos expedientes abiertos, uno en LaLiga y otro en la Federación Española, la amenaza de que acabe en la justicia ordinaria y una propuesta para solucionarlo: ampliar a 24 los equipos de la categoría de plata solo en la temporada 2020/21.

El encuentro, correspondiente a la última fecha de la fase regular de LaLiga SmartBank, fue suspendido por LaLiga, la Federación Española de Fútbol y el Consejo Superior de Deportes a solo unas horas de la hora programada para la disputa de una jornada que tenía que haberse celebrado en horario unificado y que deja siete claves.

Los hechos consumados

El Fuenlabrada conoció el primer caso de positivo por COVID-19 en su plantilla el sábado, el domingo se sometieron a test PCR el resto del equipo (personal deportivo y no deportivo) y surgieron otros tres casos; y el lunes, día del partido, por la mañana, los que habían dado negativo pasaron nuevamente test y la expedición viajó sin conocer el resultado de ellos.

En A Coruña, a la hora de la merienda en el hotel de concentración, según los datos de LaLiga, llegan las noticias de nuevos positivos, se establecen reuniones con la Federación y el CSD y se acuerda suspender solo el Deportivo-Fuenlabrada rompiendo lo establecido en una circular del ente federativo para disputar la jornada a la misma hora.

Confinamiento y disputa de la jornada

El equipo fuenlabreño, que no llegó a desplazarse al Estadio Abanca-Riazor, donde le esperaba el Deportivo, tuvo que quedar confinado en el hotel por los positivos por coronavirus y la jornada se disputó en el resto de campos.

El Fuenlabrada, que ese día defendía su plaza de promoción de ascenso (le hacía falta un punto), vio cómo le adelantaban el Elche y el Rayo en la tabla; el Deportivo, que dependía de otros resultados para seguir en el fútbol profesional, sufrió el descenso matemático por las victorias del Lugo y el Albacete.

Podría haberse dado el caso de que tanto a Fuenlabrada como Dépor les hubiese valido un empate para conseguir sus respectivos objetivos si el partido llegara a disputar días después de ser suspendido, algo que también habría suscitado suspicacias y polémica.

La batalla de ambos equipos implicados

El Fuenlabrada, en un año histórico, se ha aferrado a su intención de disputar el partido; el Deportivo, con jugadores de descanso desde el día después de la cita suspendida, emprendió la defensa de sus intereses en las instancias deportivas al sentirse gravemente perjudicado por no haber podido disputar la jornada en horario unificado.

Los blanquiazules entendían que toda la jornada tenía que haberse suspendido, no solo su partido, que los resultados de Albacete y Lugo podrían haber sido diferentes en caso de que el ellos hubieran jugado como estaba previsto.

Los expedientes abiertos

El partido generó dos expedientes, uno en LaLiga y otro en la Federación Española con líneas muy diferentes.

Lo más parecido entre ellos es que en LaLiga, el Deportivo pidió la recusación del juez por tener, supuestamente, vínculos con un alto cargo de la asociación de clubes; y en la Federación fue el Fuenlabrada el que recusó al instructor porque, según el club madrileño, tenía relación con consejeros del Deportivo.

Ambos jueces han seguido al frente de los respectivos procesos, si bien el Deportivo ha llevado al TAD (Tribunal Administrativo del Deporte) su petición de recusación.

Mientras el de LaLiga entendía que el Fuenlabrada actuó correctamente y reprendía al Deportivo y los políticos gallegos, aunque sin alusión expresa, por el "ruido mediático" que había suscitado la suspensión del partido.

En el procedimiento de LaLiga, en su resolución del día 26 de julio, el juez de Disciplina Social, Manuel Rivero González, acordaba "no adoptar la medida provisional solicitada por el instructor, consistente en la suspensión del derecho" del Fuenlabrada a participar en la competición profesional durante la tramitación del expediente.

Cuatro días después, el instructor de la Federación propuso al Comité de Competición la medida cautelar de que se le diera por perdido el encuentro al conjunto madrileño, al que criticaba por su actitud en el brote de coronavirus que tuvo en el equipo, y le achacaba haber puesto en riesgo, entre otros, a la propia plantilla y a los árbitros que se alojaban en su hotel.

Sin embargo, el Comité de Competición desestimó la medida cautelar de la pérdida del partido al Fuenlabrada y declarar vencedor al Deportivo, algo que habría dejado fuera del playoff a los madrileños y que al conjunto coruñés le habría válido para adelantar al Numancia.

Los coruñeses seguirían en descenso, pero podrían salvarse en el caso de que al Fuenlabrada le castigaran con la pérdida de la categoría.

La justicia ordinaria

El Ayuntamiento de A Coruña puso en conocimiento de la Fiscalía el viaje del Fuenlabrada a Galicia con casos positivos por si pudiera haberse cometido algún delito contra la salud pública; y, paralelamente, varios particulares presentaron tres denuncias en los juzgados coruñeses contra el Fuenlabrada, LaLiga y su presidente, Javier Tebas, por el mismo motivo.

El pasado viernes, la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de A Coruña, en el que recayeron las tres denuncias, comunicó, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, que no veía indicios de la comisión de delito, si bien acordó solicitar a la Policía Judicial la elaboración de un informe sobre las circunstancias del viaje del Fuenlabrada.

La propuesta de la RFEF

También el viernes, la Federación Española de Fútbol, en una carta del secretario general al presidente de LaLiga, planteaba una Segunda División de 24 equipos.

En la carta, el secretario recordaba la investigación abierta en el Juzgado de A Coruña y la resolución de Competición de desestimar la medida cautelar de dar por perdido el partido al Fuenlabrada.

Además, ese mismo día, ese Comité había rechazado también que el partido suspendido se disputara, como pretendían el Fuenlabrada y

LaLiga, este domingo.

Un planteamiento que abre el debate

El planteamiento de la Federación Española de ampliar solo en la temporada 2020/21 la Liga de Segunda en otros dos equipos ha abierto el debate.

Al Deportivo y el Numancia, los clubes que tenían opciones de permanencia en la última jornada y que bajaron, les satisfaría; pero no a los que ya habían descendido con anterioridad: Extremadura y Racing de Santander, que también reclaman la permanencia.

Además, el Rayo Vallecano aboga por un playoff de seis equipos en lugar de los cuatro habituales y el Elche, sexto clasificado a expensas de lo que suceda con el Dépor-Fuenla, prepara esa cita para intentar subir a Primera.

Por otra parte, una Liga de 24 influirá en el reparto de los derechos de televisión ya que aumentan los equipos, si bien LaLiga se ahorraría las cantidades correspondientes al seguro de descenso del Numancia y el Deportivo, que podría distribuir entre los conjuntos de la categoría de plata.