Juanfran, contratado por el Lugo el 30 de junio, reclamó al vigués Adrián Rubio como ayudante. El cuadro lucense era vigésimo, a tres puntos de la permanencia. Cuatro victorias y dos empates después, el tándem disfruta de su hazaña.

- ¿Cómo se gestiona emocionalmente este milagro deportivo?

- Es un sueño haber podido cumplirlo. Hace 25 días estaba en casa tan tranquilo. Sigo asimilando lo que el equipo ha hecho, pero sabiendo que hay una base brutal de trabajo en estos días.

- Imagino que su primer objetivo fue que los propios jugadores creyesen que la salvación era posible.

- Parece lo más simple y es lo más difícil. En los primeros días nos dedicamos a intentar ganarnos la cabeza y el corazón de cada jugador. En un determinado momento nos dimos cuenta de que ya estaban con nosotros. A partir de ahí todo ha ido cuesta abajo.

- Y han tenido que vencer la suspicacia del entorno. Juanfran y usted tienen mucha experiencia futbolística, pero no como entrenadores a este nivel.

- Éramos conscientes de que sería la primera opinión que íbamos a generar. Pero también sabíamos que cuando lográsemos el primer resultado nadie se iba a acordar de cuánto tiempo llevaba Juanfran entrenando. El tiempo nos ha dado la razón. La experiencia es importante pero no tiene que ser única y exclusivamente desde el banquillo, sino en cualquiera de estas situaciones.

- Cuatro victorias y dos empates, resultados además obtenidos en circunstancias adversas: en inferioridad, en las prórrogas, remontando?

- Parece que alguien nos había escrito un guion de suspense. Es cierto que la Segunda División estaba igualada. La competición ha resultado más rara este año con el parón por el Covid-19. Poco a poco se iban sumando equipos abajo y con cada rival, además de su dificultad propia, se nos planteaba algún contratiempo. Lo conseguimos revertir en energía. Cada dificultad ha sido un empujón para el equipo en vez de un frenazo.

- También ustedes tuvieron que convivir en la última jornada con las noticias que iban llegando desde A Coruña: los positivos del Fuenlabrada, la posible suspensión de la jornada, el aplazamiento final solo del partido del Deportivo?

- La situación fue de locos. Nos enteramos en el autobús, de camino al estadio. No recibimos información. Supongo que en algún momento saldrá a la luz todo lo que sucedió en esa hora y media en todos los campos de la categoría. No vamos a dar muchos palos, pero como dijo ayer el mister, alguien tiene que hacerse mirar esto.

- ¿Al Lugo le benefició o le perjudicó mentalmente que el Deportivo no jugase?

- Si digo la verdad, nosotros no estábamos por la labor de jugar. Ni nosotros ni creo que el 99 por ciento de los equipos. Tienes que cumplir las normas de una competición. Podía ser una ventaja o una desventaja, pero creíamos que se adulteraba la competición. Seguimos con el calentamiento, con nuestras rutinas dentro del vestuario. Veíamos que nuestro partido iba adelante. Esto nos distrajo a todos un poco de la causa, pero no solo a nosotros; también a árbitros, Mirandés, gente de la propia Liga que estaba en el estadio... Creo que al final todos competimos en igualdad de condiciones.

- El Deportivo pide que se repita la jornada o una categoría con 24 equipos. Supongo que ustedes entienden que ninguna medida puede perjudicar a Lugo o Albacete.

- Entendemos que no. Somos parte de una competición y aceptamos todas las normas. Pero en mi opinión esta situación no debe afectarnos ni a nosotros ni al Albacete.

- ¿Y el futuro suyo y de Juanfran?

- De momento vamos a desconectar unos días. Supongo que tendremos una reunión con el club obviamente y veremos qué se puede plantear. Lo que está claro es que hemos estado muy cómodos aquí y nos gusta mucho este club.