El Coruxo presentó ayer su campus multideporte, que este año reubica, acorta y limita por la pandemia. Pero lo mantiene, en gran medida a petición de quienes lo han disfrutado en años anteriores. "Han estado llamando constantemente para ver si se podía hacer. Nos hemos visto un poco obligados por la gente que nos animaba. Es satisfactorio para mí y para el club", comenta el principal responsable, Javier Maté.

El campus, una idea original de la Diputación que desde el inicio puso en manos del Coruxo, se realizará esta vez del 27 al 31 de julio, de 9.00 a 14.00 horas en cada jornada. Está dirigido a niños y niñas de entre 5 y 14 años. La inscripción está abierta. "Hemos empezado tarde por los temas del Covid, sabiendo que debíamos cumplir el protocolo", explica Maté. "En algunos años hemos sobrepasado la asistencia de mil niños y este año no tenemos más que 370/380 plazas desafortunadamente. Aunque tenemos muchos metros cuadrados, queremos ser muy respetuosos". Para el campus se utiliza el campo de O Vao, pero también las canchas de Leri, la playa y las instalaciones del Club de Campo.

No se reduce una de las señas de identidad del campus, que es el carácter multidisciplinar. Los asistentes entrarán en contacto con más de treinta especialidades deportivas. "Es donde radica el éxito. Nuestro punto de mira no está en enseñar a jugar a nadie, sino en enseñar el juego. Esto lo hace muy atractivo. Tenemos material y monitores". Suelen ser 300 las personas implicadas en la organización. "Este año no podremos estar todos, pero habrá 60 monitores, 70 voluntarios, 5 coordinadoras de área y 5 responsables de área". Entre los monitores abundan alumnos de otros años que han excedido la edad máxima. "Que quiera seguir viniendo es lo más satisfactorio que me ha pasado en muchos años", comenta Maté.

Uno de los que había ejercido de monitor en todas las ediciones anteriores es Alejandro Gómez, ahora enfermo, con un tumor incurable. "Tuvo un comportamiento pedagógico con los niños siempre excelente. Que esta edición sirva de homenaje, desea Maté.