La Liga empieza a tener un claro color blanco. El Real Madrid dio un paso de gigante tras superar a un complicado e intenso Getafe que le puso en serias dificultades pero que acabó cediendo gracias a un penalti transformado por Sergio Ramos a poco más de diez minutos para el final. Este triunfo permite a los de Zidane ponerse con cuatro puntos de ventaja sobre el Barcelona cuando restan cinco partidos. Y además tiene ganado el gol average al equipo azulgrana, lo que complica mucho las cosas para los de Setién.

El Getafe dio la razón a todos aquellos que consideraban que era uno de los principales escollos que le esperaban en las últimas jornadas de Liga. Tras un regreso a la competición algo titubeante, los de Bordalás han ido afinando su puesta a punto y ayer convirtieron la noche en un suplicio para un Real Madrid que no era capaz de encontrar la forma de superar la presión de sus vecinos.

Zidane, amigo de mover al equipo en cada partido, apostó en esta ocasión por Isco y Vinicius como principales argumentos ofensivos junto a Benzema, intocable. La apuesta salió mal porque el Real Madrid fue incapaz de romper la defensa del Getafe y sus delanteros pasaron un día bastante desafortunado. Soria tuvo que intervenir en el primer tiempo en una clara ocasión de Vinicius que parecía tener todo a favor para anotar, pero el brasileño volvió a demostrar que delante del arco rival sigue teniendo serios problemas. Y con el paso del tiempo el Getafe fue tomando posesión en el campo del Real Madrid hasta el punto de que Courtois tuvo que acreditar su gran estado de forma con un par de intervenciones de enorme mérito.

El partido siguió en el punto que quería Bordalás que en el arranque del segundo tiempo intensificó su presión ante un Real Madrid cada vez más cansado y con jugadores que empezaban a sentir el paso de los minutos. Los de Zidane eran incapaces de quitarse de encima la presión ante un Getafe cada vez más cómodo y encantado con ese papel de complicarle la tarde a cualquier equipo. El técnico francés decidió entonces tirar de su amplio fondo de armario. Decidió dar la alternativa a Rodrygo y Asensio que es verdad que le dieron un poco más de pimienta al ataque blanco que al menos consiguió que el Getafe se olvidase de jugar en el campo del rival y empezase a cuidar un poco más su campo. Y en una de esas transiciones del Real Madrid Carvajal llegó a la línea de fondo y fue derribado por Olivera en el área. Sergio Ramos no falló.

A partir de ahí el Real Madrid dominó el final del choque ante un Getafe que perdió algo del vigor que había mostrado hasta ese momento. La Liga ya vuela hacia el museo del Bernabéu. Solo un desastre puede impedir su triunfo.