-Antes de llegar a Málaga solo había jugado cincuenta segundos. ¿Para usted esta fase final para resolver la Liga supongo que sería una enorme incógnita?

-Sí porque sinceramente no sabía cómo iba a responder. Llevaba mucho tiempo sin enfrentarme a un calendario tan intenso. Me ha venido bien y creo que he respondido de la mejor manera.

-Todo esto es el colofón a unos meses muy complicados por culpa de la lesión que le tuvo meses lejos de las canchas.

-Fueron meses muy complicados. No sabía cuándo iba a volver. En principio era una lesión de tres meses, luego no conseguía recuperarme porque aparecían molestias que me limitaban. Al final dimos con la clave y l final he llegado para el momento más importante de la temporada y por suerte sin dolor.

-Desde fuera no parecía que hubiese demasiada diferencia con el Pola habitual. ¿Y desde dentro?

-No era el de siempre. Me he sentido bien, pero me faltaba mucho rodaje. Fisicamente no estaba al cien por cien y soy un jugador que lo necesita para rendir a mi nivel. Creo que he hecho lo que debía para ayudar al equipo a lograr el objetivo.

- ¿Cómo sabe

-Sabe bien. Es verdad que al principio no queríamos jugar con este formato y con la situación que vivía el país. Una vez allí nos mentalizamos, se castigó mucho al equipo desde fuera, nos daban por muertos y al final fue una forma de contestar a la gente que duda de nuestra capacidad para ganar.

-Pero supongo que cuesta adaptarse a la situación. Favoritos cayeron eliminados a las primeras de cambio y es fácil pensar en la incidencia que tiene enfrentarse a un escenario al que no estás acostumbrado.

-Sobre todo el primer partido. Es el más difícil. Vienes de mucho tiempo parado, sin ritmo y te encuentras el pabellón vacío, que no estás a tu nivel...ahí notas que todo es diferente. Pero en el segundo la situación ya cambió de forma radical y todo fue más normal. En la final ya no te importa que no haya público ni nada. Quieres competir, ganar y la forma para hacerlo.

- ¿El hecho de que al equipo se le criticase tanto en los últimos meses os sirvió como una inyección extra de moral o vivís al margen de ese tipo de críticas y comentarios?

-No puedes estar al margen porque al final con las redes sociales todo te llega. Y creo que nos vino bien porque fue un plus de motivación. Muchos jugadores se marchan en verano y querían irse a lo grande. Escuchar que estábamos muertos o acabados nos dio más ganas de decir que si habíamos ganado cinco de las seis ligas anteriores había sido por algo.

- Inter al final es una marca que inevitablemente en los últimos años va asociada con el triunfo.

-Cuando entras en el club te das cuenta. Aquí si pierdes no es que sea un drama, pero sí algo muy importante para el club. Vive de las victorias, de los títulos...y los jugadores que llegan no tardan en darse cuenta y se transforman. Y los que se quedan durante muchos años es porque ayudan al club precisamente a mantener esa línea.

-¿Se siente más responsable de lo que pasa en el club, en el vestuario, de las victorias, de las derrotas...?

-Llevo años sintiendo eso. Ya llevo nueve años aquí. En la tercera, cuarta...cuando empezamos a ganar títulos de una forma constante empecé a sentir que tenía un rol diferente. El club, los entrenadores, los compañeros son los que te hacen sentir importante.

-Ese papel crecerá este verano porque el club acometerá una importante remodelación, se marcharán símbolos como Ricardinho, y le tocará jugar más que nunca ese papel.

-Sí. Mi papel en el fondo no cambiará mucho, pero tendré que estar más pendiente sobre todo de los más jóvenes para ayudarles. Pero tengo que seguir siendo ejemplo de trabajo porque nos viene una etapa que espero sea ganadora, pero seguro será de más trabajo.

-¿Siente uno inquietud ante los cambios?

-Puede que un poco. Conozco a los jugadores que vienen, son muy buenos, pero no sé cómo rendirán aquí porque rendir en Inter es diferente a hacerlo en otros sitios. He hablado con alguno y trato de transmitirles tranquilidad. Para mí también es importante ganar en diferentes etapas en un mismo club para demostrar que no se trata solo del producto de una generación.