El equipo de patinaje artístico de la Federación de Peñas Recreativas El Olivo cumplió este sábado con su último reto en tiempos de pandemia: la entrega de alimentos no perecederos al Banco de Alimentos de Vigo. Lo hizo en su local social, acompañado por el presidente de la sociedad, Camilo Pais, la entrenadora, Arantxa González, y una representación de las patinadoras para cumplir con las medidas de seguridad. "Quería venir todo el equipo, porque todo el mundo participó, pero no era sanitariamente posible", explica Pais. Hasta ahí la noticia. Un acto solidario más del deporte vigués. Pero de más profundo calado por su desarrollo.

Porque el gesto, que duró quince días, dejó los retos físicos, la socialización del grupo a través de videoconferencia, para recolectar alimentos casa por casa. Un cartel, un nombre ("me llamo (?) y soy patinadora del FPR El Olivo, vivo en el piso (?) y estamos recogiendo alimentos") y una caja venían a señalar el reclamo. "Cada niño, en su portal, había depositado una caja para los alimentos", explica su entrenadora, muy orgullosa de sus jóvenes deportistas.

Arantxa cuenta en El Olivo con unos 120 patinadores (mayoría femenina) y durante el tiempo de confinamiento había programado hasta 34 retos. "Con este cerramos ese tiempo", subraya. Han hecho desde danza, hip-hop o preparación física a figuras de patinaje con un rollo de papel higiénico, pasando por dibujos sobre el primer día de paseo o, porque las risas son gratis, han metido la cara en un plato de harina. "Los retos han sido una forma de mantenernos todos en contacto", resume su entrenadora. También los hubo con implicación de la familia o aprovechando alguna celebración en especial (Día de la Danza o Día del Libro).

Con más de un centenar de niños, igual número de comunidades de vecinos recibieron el cartel, aprobado por la FPR El Olivo y el Banco de Alimentos. El éxito de involucrar al vecindario llegó más lejos: "Pequeños negocios de familiares se sumaron a la petición", añade González. Una meta modesta, tomada con entusiasmo, ha acabado superando expectativas. El Banco de Alimentos ya tiene en sus almacenes los productos obtenidos, a falta de su pesaje.

En el festival de Navidad, de carácter benéfico, las patinadoras también piden alimentos para los más desfavorecidos. El Olivo lleva seis años en el patinaje artístico y su labor solidaria va a la par que la formadora.

¿Y el futuro? Regresar a la pista cuando se den las condiciones. "Estamos a la espera de que a los clubes se nos permita entrenar en grupos reducidos", dice Arantxa. Será ese el reto trigésimo sexto.