Sam Mack, como ya había perdido permiso por cuestiones familiares aprovechando el parón liguero previsto, pudo viajar a Inglaterra tan pronto se detuvo la competición. También Sandoval aguarda en México noticias. Pero no todos los foráneos han podido regresar a sus casas. Sam Lewis ha preferido enclaustrarse en su domicilio vigués mientras dure la pandemia. Y a Franco Alessandrini le afectó el cierre de fronteras en Argentina. Ayer debía iniciar el traslado transoceánico. El accidente del Alvia a Madrid obligó a modificar los horarios. Renfe le ponía un taxi a Zamora, de allí en tren a Madrid y al fin el vuelo a Buenos Aires a las 21.00. Pero los horarios no se cumplieron, el presidente tuvo que ir a rescatarlo a Zamora y de momento sigue en Vigo.