Miguel Alvariño, olímpico hace cuatro años y uno de los gallegos que tenían plaza para Tokio 2020 se enfrenta estos días a su competición más complicada: hacer valer el derecho que se había ganado en la pista y que la Federación Española, saltándose las directrices del propio COI, ha decidido poner de nuevo en juego.

El pontés fue el vencedor el pasado mes de febrero de un largo selectivo interno para determinar al arquero que iba a ocupar la plaza olímpica española en los Juegos de Tokio 2020. Sin embargo, el aplazamiento de los Juegos a 2021 ha provocado la convocatoria de un nuevo selectivo interno por parte de la Real Federación Española de Tiro con Arco, que defiende que sus convocatorias son para las competiciones internacionales de cada año y no para eventos concretos.

España logró una plaza individual para los Juegos de Tokio en los Juegos Europeos de Bakú de 2015. Pablo Acha se colgó el bronce y, tal como estaba previamente marcado, la RFETA decidió iniciar un proceso selectivo interno para designar a su representante en los Juegos. Este selectivo constó de ocho pruebas repartidas entre octubre de 2019 y febrero de 2020, con un total de más de 3.000 flechas lanzadas por los arqueros que optaban a estar en Tokio. En él, Alvariño resultó ganador por delante de Pablo Acha y de Ken Sánchez, lo que le otorgaba la plaza para Tokio.

La polémica ha llegado con el aplazamiento de los Juegos. Poco después de la finalización de un proceso selectivo, cada federación nacional debe indicar a la federación internacional correspondiente, al Comité Olímpico Español y al Consejo Superior de Deportes la asignación de una plaza individual. El CSD y World Archery, el organismo internacional competente, confirmaron la plaza nominal de Alvariño. No lo hizo el COE porque la Federación Española no confirmó esa plaza. Sin embargo, el COI comunicó hace unas semanas que los deportistas con plaza olímpica la mantenían para Tokio en 2021 y Alejandro Blanco defendió esta idea. No obstante, la Federación Española defiende que, con el cambio de año de los Juegos y su política de plazas anuales, la plaza olímpica sigue siendo suya y que el COE respalda su decisión.

La propia Federación Española de Tiro con Arco hizo firmar a Alvariño un contrato en el que confirmaba su plaza olímpica y en el que se detallaban las condiciones aceptadas para ser el representante español en los Juegos de Tokio. Esta es la situación que el gallego defiende para reclamar su plaza, mientras que el organismo nacional alega que al aplazarse los Juegos, este documento ya no tiene validez.

"No tiene ni pies ni cabeza", asegura Xaquin Mira, técnico de Alvariño. "Están las confirmaciones de la Federación Internacional y del CSD y Miguel tiene un contrato firmado por el cual se está sometiendo a las directrices de la Federación y a la disciplina del entrenador del equipo nacional", explica. "La plaza es del COE, que la administra a la Federación. Y esta ya la adjudicó y ahora siguen defendiendo que es de ellos", lamenta.

Así, mientras sigue cumpliendo a rajatabla con la preparación olímpica para que nadie pueda recriminarle que no cumple con su deber estipulado en el contrato olímpico, Alvariño y Mira esperan a que su abogado marque las pautas para llegar a donde haga falta en la defensa de la plaza olímpica conseguida.El arquero coruñés Miguel Alvariño, que se había ganado la plaza para los Juegos Olímpicos de Tokio, ha puesto en manos de sus abogados la decisión de la Federación Española de Tiro con Arco (RFETA) de revocarle su derecho a estar en 2021 en la cita de Japón tras el aplazamiento de la cita prevista para este año.

El entrenador de Alvariño, Xaquín Mira, explica que tanto el deportista como su entorno se han quedado "a cuadros" al conocer la decisión de la Federación.

"Te pongo un ejemplo de fútbol, la Champions, que se ha quedado sin completar. Si se reanuda, el Atlético de Madrid, que había pasado una ronda que otros no habían disputado, ¿tendría que volver a jugar la eliminatoria? Pues es lo mismo, la plaza de Maikel (como llama a Miguel) ya estaba asignada", señala.

Confiesa que el deportista de la localidad coruñesa de As Pontes "está roto" después de haber visto cómo se puede ir al traste todo el trabajo que había realizado.

"Si ahora te pones en la piel de Maikel, ¿cómo puedes ponerte a entrenar ahora, qué motivación tienes si te han quitado lo que te has ganado en la pista en las mismas condiciones que los demás?", se pregunta.

"Te están quitando toda tu ilusión y sueños, pero no es solo eso, hablamos de que estás jugando con el pan de una persona que lleva un año esforzándose en conseguir una plaza que le capacite para conseguir sus becas. Entrena ocho horas al día. La gente no se da cuenta. Esto es un deporte mal pagado, pero profesional, no amateur. Él es un profesional", defiende.