Los clubes han organizado a su manera pabellones polideportivos en los domicilios de sus canteranos. Se exprimen las ideas que permitan mantener la actividad deportiva. Aunque condenados a un patinaje sin patines, los jóvenes del Carpa Viqueira se las arreglan para seguir dibujando piruetas sobre losas y entarimados.
En el Carpa Viqueira militan ochenta patinadoras de entre cuatro años, los de iniciación, y los veintitantos que tienen aquellos fundamentalmente enrolados en los grupos de show; gestionan además las escuelas municipales. El estado de alarma se proclamó precisamente antes de que el equipo clasificado para el Campeonato de España en grupos grandes partiese hacia Lleida.
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El confinamiento ha congelado a todos, en general: a los que preparaban sus exámenes de nivel y a los que habían enfocado sus entrenamientos hacia las distintas citas de la Federación Gallega. "Se han anulado pruebas de primera categoría de niños que accedían al Campeonato de España. Tampoco se pudieron celebrar ni Provinciales ni Autonómicos. Y los planes de tecnificación de la Gallega, que debían ser el primer fin de semana de abril, no se han podido celebrar", enumera la entrenadora Mercedes Covelo. El Nacional se intentará celebrar después del verano, sin decartar la cancelación. El resto del calendario sigue en el aire. "Una vez que se retome la actividad se reunirán en la Federación Gallega para recolocar las competiciones que sean posibles. No se pueden hacer previsiones sin saber qué va pasar".
Ante la incierta evolución de las pandemias y las restricciones, a unos primeros días de espera le siguió la necesidad de que los patinadores del Carpa avanzasen con su aprendizaje o limitar al menos las secuelas del parón. "Los medios tecnológicos de los que hoy disponemos nos facilitan contactar con ellos. Hemos dado pautas de preparación física y una serie de tablas que los patinadores tienen que realizar según su nivel y categoría, durante los distintos días de la semana", detalla Covelo. "Además, la profesora de danza ha marcado ejercicios a través de unos vídeos que se les han enviado y que ellos tenían que ejecutar. Nos mandan sus imágenes y se hace alguna clase a través de Zoom o de Skype".
Siguen "revoloteando" gracias al spinner
spinnerLa naturaleza del patinaje se condensa en los patines, herramienta vedada. "Con patines no se puede hacer nada. En un piso es imposible", acepta Covelo. Sus pupilos, sin embargo, siguen revoloteando gracias al spinner "Es como si fuese una plancha, pones el pie encima y puedes trabajar el giro, el eje, piruetas... También trabajan los saltos, el equilibrio, las rotaciones o las coreografías. Utilizamos todos los medios que se pueden dentro de la situación en la que nos encontramos".
"Por mucho que quieras, es imposible realizar un seguimiento de cada uno", se resigna Covelo. "Confías en que hagan bien las tareas. Unos serán más disciplinados y otros, menos. Las situaciones de cada uno en espacio o medios también varían. Lo ideal sería volver lo antes posible. Cuanto más tiempo pasa, más les costará sobre todo a los patinadores en competiciones más exigentes, que deben trabajar cosas con mayor dificultad. De momento intentamos que no desconecten y sigan animados".
