La Federación Española de Fútbol hizo llegar la noche del domingo a los clubes gallegos en competición nacional un documento de 41 páginas en el que se proponen alternativas para finiquitar la temporada 19/20. La Primera Nacional, en la que militan Valladares y Sárdoma, juega un papel importante al mover siete grupos y 98 equipos.
El común denominador del trabajo, que contempla dos escenarios y cuatro posibles salidas en función de si se juegan promociones de ascenso de 1ª Nacional a Liga Reto (la 2ª División), es la ausencia de descensos de categoría. El play-off se modificaría, con eliminatorias a partido único en sede neutral para minimizar riesgos. Todo ello conllevaría un mayor número de descensos el año que viene, porque la RFEF quiere volver a las bases de competición habituales en el verano de 2021. Y ahí discrepan sustancialmente Valladares y Sárdoma.
"Como entiendo el fútbol, una temporada acaba cuando todos han jugado contra todos. No me quedo con ninguna de las propuestas porque creo que lo más sencillo y natural es anular la competición por la situación extraordinaria que vivimos", apunta Gabi Couñago, técnico del Valladares. Su visión es clara: "Por contentar a algunos ponen en peligro el futuro de los clubes. El descenso en la próxima temporada de seis o más equipos es un suicidio. Viene una crisis y los clubes se encontrarán con más desplazamientos, que obligarán a una mayor inversión". Couñago recuerda que vienen "de una reforma del fútbol femenino" y considera que no se puede estar cambiando la estructura no profesional cada año.
Begoña Aldao, presidenta sardomista, baraja una postura diferente. "Creo que la menos traumática sería la opción que plantea la RFEF que permite jugar el play-off de ascenso y daría cinco descensos en la temporada próxima. Se beneficia más que se perjudica, aunque eso no quiere decir que no haya equipos perjudicados", sostiene.
La dirigente recuerda que cualquier propuesta tiene que sustentarse en las bases de competición porque "las normas ya están escritas" e incumplirlas significaría abrir la puerta a a posibles denuncias de clubes. Aldao entiende que se anulen los descensos por un motivo contundente: "Los equipos que están ahora en descenso podrían haber salido de él en el último tramo de liga". En Primera Nacional restaban siete jornadas, casi una cuarta parte del campeonato. "En una situación extraordinaria debemos buscar el menor número posible de perjudicados".
La RFEF ha consultado a los clubes a través de las Territoriales. Estos contactos no son vinculantes, pues la última palabra la posee el estamento federativo, que además reconoce en el documento que no jugar los play-offs de la categoría de bronce incumpliría la normativa. El estudio, que se plantea recuperar la normalidad en un solo año en lugar de hacerlo en más tiempo, determina que más equipos en la máxima categoría (se baraja que suban dos o cuatro) llevarían a una superior inyección económica para el denominado Programa Élite (de 1,2 a 2,4 millones de euros) para los clubes de Liga Iberdrola y Liga Reto. No indica cantidad alguna para Primera Nacional, que en todos los supuestos se ampliaría de catorce a dieciséis equipos.
Ajeno a esta situación navega el Matamá, séptimo clasificado en 1ª Autonómica, a un punto de meterse en la promoción (Victoria B y Sárdoma B, segundo y tercero, no participarían). Cristian González, su nuevo presidente (regresa al cargo tras el periodo de César Casás), se plantea el fútbol femenino de la sociedad con pasos seguros. "Conozco bien la Primera Nacional, se necesita un presupuesto mucho más alto y nuestro equipo trabaja a largo plazo", explica. Además, "la incertidumbre también alcanza al desarrollo de la próxima temporada, si podrá ser normal o no; creo que necesitaremos más ayudas que nunca".
