Días díficiles para el Conservas Orbe Porriño, que asume el parón de la competición a causa de la crisis del coronavirus y el encierro en casa de sus jugadoras en una situación deportiva complicada. En puestos de descenso, afrontan una dura realidad que confían que las refuerce como bloque para que cuando puedan volver a las canchas lo hagan con más ganas que nunca para luchar por su salvación deportiva.

El anuncio de alarma nacional y la prohibición de salir de casa para evitar la propagación del coronavirus cogió a la mayoría de las jugadoras del Conservas Orbe en sus casas, ya que la competición estaba en un parón competitivo, pero algunas, como Iasmin dos Santos, Erika Tabares, Ana Cerqueira o Inés Hernández, habían optado, por diversos motivos, por quedarse en O Porriño y afrontan el encierro con mente positiva e intentando apoyarse las unas a las otras. El club les ha facilitado material deportivo y todas tienen programadas unas sesiones de entrenamiento vía Skype en las que tendrán que conectarse de forma simultánea para realizar la sesiones aeróbicas correspondientes.

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"Les hemos dado consejos de libros, películas y documentales relacionados con el deporte para que no desconecten", apunta su entrenador, Imael Martínez. "Y la intención es ir mandándoles vídeos de corrección, de los rivales, de los próximos sobre todo, para que sigan conectadas. Además, intentaremos conectarnos por Skype los días que toque trabajar aeróbico y que aunque sea de forma virtual estemos conectados, como equipo y trabajando juntos", sostiene.

Durante la jornada del lunes el club se ha encargado de ir por los pisos que comparten algunas de sus jugadoras para acercarles el material necesario para entrenar y mantener, en la medida de lo posible, su condición física. En principio el parón de los entrenamientos está fijado hasta el 23 de marzo, fecha que ya empiezan a asumir que se prolongará.

La brasileña Iasmin dos Santos, que el lunes pudo salir un rato para ir a realizarse una resonancia, y Erika Tabares conviven en uno de esos pisos. Ambas habían optado por permanecer en O Porriño. La internacional brasileña juvenil ya lo tenía previsto, mientras que su compañera había optado por no irse para hacer ejercicios específicos de recuperación tras su lesión de rodilla. "La verdad es que teníamos vacaciones hasta lunes y fue una sorpresa no poder salir de casa, aunque tal y como iban sucediendo las cosas es lógico que se tomara esta decisión", asume la brasileña, que mantiene contacto directo con su familia. "Por allí no hay muchos casos, pero ya va creciendo y aumentando el número de personas enfermas", apunta. "Contacto con mi familia a diario para saber cómo están y también por mi abuela, que estos días estaba un poco enferma", lamenta, al tiempo que indica que su compañera de piso también vive con preocupación la situación que se está viviendo en Portugal. "Ella también llama a su abuela todos los días".

Ante la situación tratan de pasar el tiempo lo mejor posible. "Cantamos, bailamos y vemos un montón de películas", bromea. También están aprovechando para conocerse "un poco mejor". Comparten techo desde esta temporada, aunque la lusa estuvo fuera un tiempo por la lesión de su rodilla.

Con el material que les ha facilitado el club para entrenar en casa, van realizando los ejercicios pautados por Isma Martínez, y se conectan en las sesiones de Skype que tienen programadas "para estar un poco juntas, aunque estemos lejos".

En cuanto a lo deportivo, Dos Santos reconoce: "Estamos en una situación complicada". "Tenemos que conseguir la permanencia, es nuestro objetivo y esto del coronavirus nos ha afectado al no poder entrenar", asume. "En un principio el día 1 tendríamos el partido ante el Granollers y tenemos que hacer lo que podamos, dadas las circunstancias, para estar preparadas".

En una situación similar se encuentran la portuguesa Ana Cerqueira e Inés Hernández. Ambas tomaron ya la decisión de quedarse en casa sin salir desde el viernes pasado. "Al ver que se suspendían los entrenamientos de los niños de las escuelas ya nos dimos cuenta de que la situación era preocupante e hicimos una compra para poder aguantar unos días sin tener que salir de casa", dicen.

Aunque coincide con Dos Santos en que su situación deportiva es límite, Cerqueira cree que ahora eso ha pasado a un segundo plano. "Lo que estamos viviendo ahora es mucho más importante que cualquier partido o que cualquier entrenamiento. El club en ese sentido se ha comportado excelente y nos ha dicho que nos quedemos en casa, que olvidemos lo que estaba pasando a nivel deportivo y que ahora mismo lo más importante es nuestra salud, nuestro bienestar", dice la portuguesa, que trata de verle la parte positiva al este encierro. "Hasta nos va a venir bien. Personalmente echo mucho de menos entrenar con mi equipo, verlas, las risas, incluso los malos momentos, que también forman parte de un equipo, y ojalá que cuando volvamos lo hagamos con más fuerza, para afrontar los seis partidos que nos quedan", ansía.

Su hermana, que también juega en el equipo, se encuentra en Portugal, con la familia, desde donde llegan noticias que también le preocupan. "En su momento mi padre me pidió que me quedara, que no pasaba nada", dice Ana Cerqueira. "Los veo por internet varias veces al día pero las cosas allí están complicadas. Mi madre, que trabaja en un colegio, ya no está yendo, pero mi padre sigue trabajando, aunque al aire libre. Están asustados por el hecho de que yo esté lejos, pero saben que yo no salgo de casa y eso les tranquiliza", subraya.

El mensaje está claro y asumido. "Lo mejor es no salir de casa. Es algo que nos cuesta mucho, pero no es solo por nosotras, también por los demás. Hay gente más vulnerable que necesita ser protegida. Somos tantos deportistas en España que si todos hacemos lo mismo ni contagiamos ni somos contagiados y eso es muy importante".

Su compañera de piso, Inés Hernández, tiene a su familia repartida por Andalucía, "en Almería, Málaga, Jaén...", enumera. "Sí que por un lado me hubiera gustado irme, sobre todo para estar con mi madre, pero manteniendo las recomendaciones que nos han dado de estar en casa, no tendría que haber ningún problema", dice.

Hernández califica su situación como "de película" y da gracias de tener a Cerqueira para compartir el encierro. "Nos vamos apañando, cada día improvisando cosas nuevas y nos entretenemos juntas. Hasta hemos improvisado un minigimnasio en el salón". Además de entrenar también leen, estudian, ven la tele e incluso "hacemos bizcochos". Lo que sea para que el encierro sea más llevadero. "Estamos en una situación que te priva de cosas que en el día a día no valorábamos tanto. Yo creo que vamos a volver más fuertes", anuncia Hernández.