La Federación Española de Voleibol era de las que había optado por la disputa de partidos a puerta cerrada y se mantuvo en esa postura hasta ayer al mediodía, cuando finalmente se ha decantado por la suspensión de las próximas jornadas. Una postura que muchos clubes preferían, entre ellos el Vigo, sin objetivos trascendentales a falta de tres jornadas.

"No sé a qué esperaba la Federación Española para tomar una determinación", comenta Yolanda Sienes, responsable del equipo de Superliga 2 junto a Suso Penedo. Al Vigo le tocaba competir en Badajoz este sábado. "Nos decían que fuéramos a jugar y que no nos saludásemos y que no nos tocásemos. Pero el balón está en permanente contacto con los jugadores... No tenía sentido ninguno. Ya le había dicho a Guillermo (Touza, el presidente) que nos planteásemos no ir. Íbamos a parar a comer en sitios, pensábamos viajar por Portugal? Hay que plantearse las cosas de una manera coherente. Menos mal que entró en razón la federación".

Sienes, Penedo, Touza y otros responsables iban a reunirse ayer para decidir qué hacer con los entrenamientos y con la actividad en general del club. "Dependeremos mucho de lo que haga el ayuntamiento", anticipaba Sienes. Si paran los equipos, nosotros vamos a parar, más que nada por seguridad y por ser consecuentes con el problema que se está viviendo".