El Covid-19 ha puesto en vilo al deporte español, que mantiene inalterada su agenda competitiva pero cierra sus puertas al público para frenar la rápida expansión del virus. Para contener el coronavirus, el Consejo de Ministros ordenó ayer que todos eventos deportivos profesionales y no profesionales nacionales e internacionales que se disputen en el territorio español se celebren en las dos próximas semanas a puerta cerrada.

La prohibición afecta, entre otras muchas competiciones, a la Primera y Segunda División y, en concreto, a los partidos que el Celta iba a disputar este sábado ante el Villarreal en Balaídos y el día 21 contra el Real Valladolid en el Nuevo Zorrilla, correspondientes a las jornadas 28 y 29 de Liga, respectivamente. Ambos encuentros se celebrarán sin público ni prensa, pues el acceso al estadio se restringe también a los periodistas, salvo "al personal imprescindible" de la productora encargada de retransmitir los partidos.

El Celta ha lamentado tal decisión y ha pedido a LaLiga el aplazamiento de ambos encuentros al entender que "el fútbol no tiene sentido sin aficionados" y "jugar a puerta cerrada es totalmente improcedente". El club vigués se siente especialmente perjudicado con una medida que no solo le va a privar al equipo del apoyo de sus aficionados en un encuentro de vital importancia para la permanencia este sábado en Balaídos, sino que también va a frustrar el multitudinario desplazamiento que la afición celeste planeaba la próxima semana a Valladolid para arropar al conjunto que dirige Óscar García Junyent en el Nuevo Zorrilla.

En el mismo sentido se expresó ayer el céltico Denis Suárez en las redes sociales. "Jugamos para los aficionados. ¿Qué sentido tiene jugar sin ellos?", reflexionó el salcedense en Twitter.

La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) también solicitó, por su parte, la "inmediata suspensión" de "todas las categorías" del fútbol español por el riesgo de contagio del Covid-19. El colectivo cursa esta petición al Consejo Superior de Deportes (CSD) "pensando en la salud de los futbolistas" y considera que "no es de recibo que no se tenga en cuenta este hecho, más allá de que es necesario evitar grandes aglomeraciones por el incremento del riesgo que esto supone". La AFE sostiene igualmente que "jugar por sistema en campos cerrados al público desvirtúa el sentido de las competiciones deportivas".

La orden de jugar a puerta cerrada las dos próximas jornadas va a obligar al Celta a devolver el importe de las entradas vendidas para ambos encuentros. La entidad que preside Carlos Mouriño informó de que el reembolso de los billetes se realizará a lo largo de la jornada de hoy, miércoles, en las taquillas del estadio de Balaídos en horario de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas.

LaLiga difundió ayer una circular a los clubes con las instrucciones del personal que tendrá acceso a los partidos que se disputen a puerta cerrada. La entrada al campo en las dos próximas jornadas quedará restringida a los jugadores, el cuerpo técnico y el equipo arbitral; las juntas directivas de ambos equipos, personal técnico con responsabilidades estrictamente relacionadas con el partido (recogepelotas, mantenimiento, limpieza) hasta un máximo de cien personas; oficiales de integridad, seguridad pública y privada, bomberos y primeros auxilios; delegados de LaLiga, directores de partido, médicos antidopaje y sanitarios; fotógrafos oficiales y comunity managers de ambos clubes, así como el personal imprescindible de la productora encargada de la retransmisión de los partidos.

La prensa sin derechos tendrá que cubrir los partidos por televisión y está por decidir si habrá entrevistas y declaraciones a la conclusión del partido. Al estar restringido el acceso a los estadios, no habrá ruedas de prensa.