- ¿Cómo llega el equipo al partido de mañana ante el Aula después de tener que jugar entre semana ante el Rincón Fertilidad Málaga un choque de liga regular?

- Para nosotras era muy importante el partido del miércoles ante el Málaga (26-24), porque estamos vivas en las tres competiciones (Liga, Challenge Cup y Copa de la Reina) y las buenas sensaciones que hemos recogido en ese encuentro estoy segura de que nos van a servir el domingo.

- ¿Cómo ve las opciones de darle la vuelta a la eliminatoria ante el Aula (26-22 en la ida)?

- Estoy convencida de que si puede ser en algún sitio es en A Sangriña, con nuestra afición. Cuatro goles son cuatro goles, no es una renta como si fueran uno o dos, pero estoy segura de que si trabajamos, si salimos intensas y si desde el principio marcamos nosotras el ritmo del parido nos lo podremos llevar.

- ¿Qué análisis han hecho de la ida, en Huerta del Rey?

- No fue nuestro mejor partido, la verdad. Creo que salimos con un nivel defensivo alto, pero tuvimos mucho desacierto cara a puerta, aunque es verdad que ellas tienen una portera increíble (Lulú Guerra) que lleva varias temporadas demostrando un nivel altísimo en División de Honor. Para ellas, además, era también un partido especial, para todo el balonmano vallisoletano, pero la lectura que podemos hacer es que al final llevamos bastante el control del partido, aunque nos haya costado arrancar. La primera reacción del grupo, y lo que se comentaba ya en el autobús de vuelta, era que le íbamos a dar la vuelta, a salir con intensidad desde el principio y tener menos fallos de cara a la portería. Solo nos queda dar nuestra mejor versión.

- De lograr darle la vuelta a la eliminatoria, el Mecalia superaría su techo en Europa.

- Es algo que nos produce mucha ilusión, sobre todo porque sabemos que no jugamos solas y que llevamos detrás a mucha gente que está muy ilusionada; pero además es meritorio porque estamos trabajando muchísimo. Nada de lo que estamos consiguiendo es casualidad ni fruto de la suerte, es sencillamente trabajo. Delante tenemos a un rival muy digno que también trabaja mucho, pero creo que este grupo, sobre todo a nivel humano, se merece continuar en competición europea, se merece vivirlo, y también A Sangriña; así que vamos con la mejor de nuestras actitudes y con nuestro sello personal este año que es que el equipo por encima de las jugadoras.

- Un equipo en el que ya han anunciado su renovación el entrenador y las capitanas. ¿Cómo se plantea su futuro?

- A mí me gustaría seguir. Llevo aquí dos años encantada, enamorada del pueblo y de la afición. Me siento muy querida aquí. Este año estoy muy a gusto, mejor incluso que el pasado; hemos hecho un grupo muy bueno, trabajador, ilusionado, que nunca tiene una mala cara ni un mal gesto y es una pasada poder trabajar así. Salí de mi casa y no pensé que volvería a encontrarme en un sitio en el que me sintiera como en mi casa. Ya me siento muy guardesa.

- ¿Qué tiene A Guarda que a todas las jugadoras que vienen de fuera les crea ese vínculo tan especial?

- Desde mi experiencia personal, creo que es el amor que siente este pueblo por el balonmano y lo que apuestan por el deporte femenino. También ver a un entrenador tan implicado como Prades, que para mí es el mejor entrenador de España porque es el que más trabaja, el que más tiempo le dedica y además es humilde con lo que hace, y si, además, tienes ambición y muchas ganas de progresar como jugadora y vienes a un sitio donde te dan las herramientas y encima te trata bien todo el entorno, al final es solo cuestión de tiempo.

- ¿Y en lo deportivo, cómo se siente?

- Tengo la sensación de que todavía puedo aportar mucho más al grupo y que aún puedo sentirme más cómoda en el juego, dar mucho más; pero es verdad que hay procesos que llevan algo de tiempo.

- ¿Cómo valora su evolución desde su llegada en 2018 hasta ahora?

- Estoy creciendo mucho. Es verdad que soy una jugadora que le da muchas vueltas a las cosas y que me autoexijo quizá mucho más de lo que me exige mi entrenador y mi equipo y eso me lleva a la frustración muchas veces, pero creo que he mejorado, que tengo más calma, que mido mejor los tiempos del partido, soy más disciplinada con los sistemas y creo que también he crecido en cuanto a la visión de lo que se plantea. Es cierto que me gustaría encontrar un poco más el gol y estar más avispada en defensa pero entiendo que lleva tiempo; no tengo prisa, pero sí muchas ganas.

- El grado de exigencia en un equipo como el Mecalia es máximo.

- Cualquier persona que viene aquí sabe que viene a competir por todo y el grupo que se ha hecho está pensado, pieza por pieza, para que funcione. No imagino un Guardés que no sea competitivo, no me cabe en la cabeza.