La participación de Gabriel, el Toro, Fernández en la vida competitiva del Celta ha decrecido de forma sensible tras la llegada al banquillo de Óscar García. El delantero uruguayo nunca ha gozado de la confianza del preparador sabadellense y el fichaje de Fedor Smolov casi sobre el cierre del mercado invernal lo ha relegado al ostracismo.

El artillero fichado por el Celta para cubrir la baja de Maxi Gómez no ha tenido el protagonismo esperado en esta primera campaña con el Celta en el fútbol español. Su falta de adaptación y el crecimiento de la competencia en el frente ofensivo le restaron oportunidades, a pesar de que las lesiones de algunos compañeros le dieron cierta continuidad en los primeros partidos de Liga. Pero su participación ha ido decreciendo con el paso por las semanas, mudando de eventual a puramente residual. Gabriel Fernández contabiliza en esta primera temporada en el Celta 492 minutos en 15 partidos (cinco de ellos como titular), de los que solo ha jugado uno completo, curiosamente el último que dirigió Fran Escribá, contra el Getafe.

En estos quince partidos, el punta charrúa ha aportado un gol (el que dio al Celta el triunfo ante el Valencia en la segunda jornada) y una asistencia (en la derrota frente al Leganés en Butarque, 3-2). Su baja participación en LaLiga contrasta con su protagonismo en la Copa de Rey, donde acumula 210 minutos en dos encuentros.

Si con Fran Escriba, el Toro tuvo cierta presencia, con Óscar García apenas ha jugado un partido como titular (y no con mal desempeño), contra el Valencia en Mestalla. Pero quizá el dato más significativo es que Gabriel Fernández dobla con Escribá el número de minutos con contabiliza con García. Así, a las órdenes del valenciano el charrúa disputó 333 minutos en 12 partidos, mientras que con el sabadellense suma 159 en 14 encuentros.