El Mecalia Guardés aprende a masticar los partidos. En un día complicado, frente a un rival importante y en una pista difícil, el equipo de Prades celebró la renovación de su técnico gracias a un trabajo colectivo en el que sacaron provecho de su mejor rotación, apretaron en defensa y agradecieron una vez más un gran partido de Carratú.

La primera parte está claro que le sobró al equipo gallego -falta de lucidez, errores de pase y de lanzamiento, muy castigadas en defensa (4 exclusiones)- y, aún así, las de Prades se recompusieron con una acertada actuación de Sarah Valero en seis metros y con Carratú inmensa.

El partido arrancó con un sinfín de imprecisiones. Errores para ambos conjuntos de lanzamiento, de pase, faltas en ataque... La primera línea canaria se movía para intentar facilitar los potentes lanzamientos de sus artilleras, pero Carratú ya se hacía notar. Bravo estrenó el marcador (0-1), pero Falcón respondió rápido y un nuevo error de las gallegas fue aprovechado por el Rocasa para correr, anotar y lograr la primera renta (2-1). Hubo mucha igualdad durante unos minutos, hasta que la casi recién llegada Jaqueline Anastacio se empeñó en tirar del carro y empezar a decantar la balanza para las locales.

Las exclusiones empezaron a sucederse y en estas desigualdades el Rocasa seguía sacando rédito (del 4-5 o 6-7 se llegó al 7-7). Lorena Pérez estrelló otro balón al poste, Campos tampoco acertaba y a Lussón no le temblaba el brazo (8-7). Apareció Silvia Navarro para atajar un 7m a Campos y Prades, viendo cómo se estaban desarrollando las últimas acciones, no dudó en pedir tiempo muerto. Se fueron sucediendo las rotaciones, pero no hubo reacción gallega y después de que Tiddara Trojaola colocase por primera vez el +2 (10-8) en el minuto 24:20 hubo ocasiones perdidas por ambos conjuntos y se llegó con el mismo resultado al final de la primera parte.

Y, poco a poco, se fue cuajando la remontada del Mecalia, que se iba afianzando en sus virtudes y minimizando sus errores. Tras un intercambio rápido de goles se erigieron como referentes Sarah Valero en 6 metros y Rosario Urban desde el extremo y en el juego con balones rápidos. El Guardés, con dos pivotes, deshacía la solidez defensiva local y por primera vez en más de quince minutos el marcador del Antonio Moreno volvía a lucir tablas (Min. 38, 12-12). Llegó después el 13-15 y el Rocasa empezó a desesperarse con Carratú. Campos anotó, se puso tres por delante el Guardés, Carratú sumó otro balón detenido y Valero colocó una renta de cuatro goles (15-19) que devolvía la cordura a las gallegas.

Claro que Herrera y Santana pararon el partido, pero el Rocasa, a pesar de la actuación de Anastacio (10 goles en total) ya no pudo controlar a un Guardés más calmado, seguro de sí mismo y protegido de manera magistral por Carratú bajo palos. Con este trabajado 22-24, el Guardés deja ahora paso al sueño europeo.