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balonmano - División de Honor Plata Masculina

Buen número si no crece

El Acanor Novás iguala el mejor dato defensivo de la temporada en su categoría al dejar al Zarautz en trece goles

Quique Domínguez charla con sus jugadores durante el partido del pasado sábado contra el Amenabar Zarautz. // Marta G. Brea

El Acanor Novás también avanza cuando se frena. La victoria sobre el Amenabar Zarautz por 21-13 permite al cuadro rosaleiro retener la sexta posición, a tres puntos del play off de ascenso y con cuatro de ventaja sobre la promoción. Un marcador exiguo para una valiosa zancada. En O Calvario unos padecen y otros se extasían.

Ni los 24,2 goles que encajaba el Acanor por partido -tercer mejor registro- ni los 24,1 que anota el Amenabar -segundo peor- aclaran lo sucedido. Solo el Palma en casa del Alarcos (27-13) había firmado un registro tan pobre. El Palma, colista, sufre esas carencias ofensivas desde hace tiempo. Cayó 35-15 en Torrelavega, donde también se quedó bloqueado el Aranda (22-15). Lo vivido en O Rosal no es común. En total, en 11 partidos de los 151 disputados alguno de los contendientes se ha quedado por debajo de los 20 goles; en solo 14 de las 352 anotaciones.

"No es normal", admite el entrenador del Acanor, Quique Domínguez, que recuerda que el resultado era de 3-2 en el minuto 13 y de 9-5 al descanso. Explica: "Los dos equipos empezamos con problemas para hacer gol. Tardamos mucho. Los dos porteros estaban a buen nivel. Luego, a medida que fue avanzando el partido, fuimos encontrando la portería rival".

El equipo rosaleiro venía de ganar en la Ciutat Esportiva Joan Gamper por 29-30. Ha protagonizado duelos de intercambio frenético. "Los partidos salen cada uno de su padre y de su madre", reflexiona Domínguez. "El Barcelona B propone un balonmano muy dinámico, de ritmo alto y de ataques cortos. Los dos equipos comenzamos con tomas de decisión muy buenas, acierto en los lanzamientos y efectividad muy alta. A los 10 minutos ya estábamos 9-8. Contra el Zarautz fue al revés. Se veía que las defensas estaban más sólidas, que costaba superarlas; cuando lo hacían aparecían los porteros. Al principio también notamos esa sensación de que era un partido muy importante. A nosotros nos está costando un poco más en casa, el equipo se siente más presionado. Y ellos están en puestos de descenso, en cada partido se están jugando muchísimo, la temporada avanza y se está acercando el final. Todo tiene una trascendencia mayor".

Con todo, la explicación de la consistencia rosaleira excede los males contrarios o la inspiración de Lloria. El trabajo previo de pizarra aportó los cimientos: "En defensa desde el principio empezamos bien, con mucha intensidad, muy juntos, cerrando bien las situaciones de uno contra uno. Sabíamos que Zarautz las juega mucho con jugadores muy fuertes, que van de cabeza a las acciones de finta y penetración. Estuvimos profundos para que no nos encontrasen cerca de seis metros y sobre todo con muchas ayudas, tapando las líneas de pase. Es muy positivo que fuésemos capaces de mantener ese nivel defensivo y de intensidad durante todo el partido".

Quique Domíngez, contra lo que refleja el marcador, es apóstol del juego alegre y atractivo, que ya practicaba como extremo. Su Octavio o su Teucro eran más de pecho descubierto que de trinchera. Recuerda el pontevedrés un partido copero en su etapa teucrista, en el que el Benidorm se quedó en 4 goles al descanso. Pero el cuadro alicantino logró situarse "en números más normales" en la segunda mitad.

"Lo ideal es cuando defiendes bien y el ataque es fluido", conviene Domínguez. "La parte positiva es que nuestros problemas ofensivos no se trasladaron a la defensa. A veces ocurre. Las opciones de victoria pasaban por encajar pocos goles, lo sabíamos antes de empezar y después durante el partido quedó claro. Es otra manera de disfrutar pero sí creo que el equipo disfrutó defendiendo".

El Acanor visitará este sábado al Alcobendas, que lo precede cerrando la zona de play off y al que podría aproximarse. Después recibirá a Bordils y Zamora. "Vienen partidos importantes", resume Domínguez. "Intentamos abrir brecha con los puestos de descenso, tener ese colchón que te haga estar un poco más cómodo. Ojalá eso después nos permita aspirar a algo más. Pero es difícil tener esa tranquilidad en una competición tan igualada. Todos se están jugando cosas y es atractiva por eso. Bonita de ver desde fuera; muy exigente, con mucha presión desde dentro".

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