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rugby - División de Honor B Masculina

Un árbitro exhausto en As Lagoas

La victoria sobre el Universitario Bilbao por 62-0, cimentada sobre un ritmo arrollador, constata el crecimiento del Kaleido Universidade de Vigo

Brizuela presiona la salida del oval en el partido contra el Bilbao. // FdV

Tito, capitán del Kaleido, comparte cerveza y confidencias con el árbitro, Miguel Fernández, tras el partido contra el Universitario Bilbao; la tradición del tercer tiempo, que hermana a quienes antes han combatido o disentido. Hablan del ensayo logrado por De Cabo, el tercero de los nueve logrados por el XV del Olivo, tras una veloz jugada de flanco a flanco del campo.

- Pensé que como siguieseis así iba a necesitar un cambio; no daba corrido todo el campo -le confiesa Fernández a Tito.

Tal fue el despliegue del Kaleido ante la escuadra bilbaína; un compendio de rugby total reflejado en el 62-0 final. "Impresionante", resume el presidente, Xoan Martínez. Estruendoso triunfo sobre el quinto clasificado para un equipo aún involucrado en la lucha por la permanencia. Tito se enroló en el club con 15 años. Subió al equipo sénior con 17. Desde la cima de sus 33 años confiesa: "Recuerdo haberle metido 50 puntos a Ordizia en el último partido de una temporada. Pero un resultado como este, sin ser en Copa Xunta o así, yo no lo recuerdo, la verdad".

La temporada del Kaleido ha experimentado un vuelco en los dos últimos meses. En la 14ª jornada el equipo vigués, con 15 puntos, recibía al colista Oviedo, con 11. El agónico triunfo local por 20-17 ha desatado a los olívicos, que encadenan cinco victorias en seis encuentros, incluyendo a adversarios poderosos como Getxo (24-19), hoy líder.

"En defensa ya llevamos bastantes partidos estando seguros", analiza Tito. "Contra Bilbao sí que realizamos un partido completo en ataque. Le metimos mucho ritmo. Cuando sale todo...". A juicio del primera línea, varios factores explican ese giro copernicano: "Terminamos de asumir lo que nos estaba pidiendo el nuevo entrenador a nivel defensivo. En ataque coincide también cuando fichamos a Facundo (Fernández). El apertura nos empieza a dar más rigor ofensivo, más comunicación y orden. Ezequiel (Gabardos, medio melé) le mete velocidad al juego, pero el que le mete la dirección es Facundo. Está siendo clave".

El entrenador, Pablo Cabrera, sabía que la derrota en casa de Uribealdea (31-19) el fin de semana anterior no había quebrado la dinámica positiva. "Habíamos viajado con 16 y jugamos de igual a igual. Cuando viajamos justos nos afectan los viajes, son largos, llegas y juegas. Baja muchísmo el rendimiento". Las señales de la mejoría eran sólidas, incluso antes de que mejorasen los resultados. "Hace rato que estamos con capacidad para marcar puntos y hacer un juego más dinámico. Teníamos la sensación de que estábamos para más y no se nos daban los resultados. Era ansiedad. Creemos que todo rápidamente se asimila y no. Tarda más tiempo. Lo logramos en este partido. Tampoco significa que ahora vayan a llegar todos los resultados así. Son días que todas las cosas salen bien, como las habías planificado".

"Lo más fácil de conseguir es un pequeño orden defensivo. Creces sobre el otro equipo. Eso ya había llegado hace dos o tres fines de semana atrás", detalla. "La parte de comprensión en el ataque nos faltaba. Cuando salimos de situaciones de formación fija, como melé y touch, cada uno tiene que cumplir roles pero no están asignados con rigurosidad. Si te toca jugar en otro puesto que no es el tuyo habitual, lo tienes que hacer. Eso nos va a beneficiar en la dinámica de juego. Ante Bilbao pasó. Los jugadores van entendiendo que no hay tiempo para ubicarse en los puestos; deben identificar rápidamente qué les toca jugar y jugarlo".

Pablo Cabrera, que participó del gran crecimiento del rugby argentino, ha firmado por tres años para aplicar en Vigo sus conocimientos. Aclara: "Más que idea, es el rumbo del club. No debe depender de mí, sino de gran cantidad de gente que quiera empezar a modificar cosas". Aclara algunas: "El rugby es mucho más integral y se juega con más de 15, con 23; los equipos debe ir creciendo sobre estructuras y sus divisiones inferiores, mejorando sus entrenamientos, sus campos, su gimnasio... El fruto se ve en el primer equipo. Son procesos largos".

Ese progreso pedagógico y material debía combinarse con la permanencia en Honor B tras años de permanencias logradas en diferido por el ascenso de otro equipo del grupo o gracias a una reestructuración de la categoría. "El objetivo era acabar una temporada tranquila", confirma Tito, que ve un futuro prometedor a un lustro de distancia gracias a "una de las diez mejores canteras de España". El capitán habla con el presidente al acabar el encuentro contra el Bilbao.

- Como acabemos dentro de cuatro semanas y no haya que preocuparse de cuántos descienden y cuántos no, no me voy a creer que podamos disfrutar de tantos meses libres mentalmente.

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