El extraordinario partido de Alejos (38 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias), la fulgurante aparición de Envó en los últimos instantes y el gran trabajo colectivo del resto de sus compañeros durante todo el choque no fue suficiente para que el Iberconsa pudiese añadir otro tercer puesto, el quinto, a su brillante palmarés en la Copa del Rey. El conjunto vigués mantuvo la lucha y la emoción hasta los últimos instantes, dando motivos para estar más que orgullos del buen papel realizado en el torneo del K.O.

Gracias a la muñeca de un inspirado Agustín Alejos (11 puntos en el primer cuarto) el Amfiv se mantenía cerca en el marcador (12-14, min.5). Pero el internacional vigués contaba con escasos apoyos en las tareas ofensivas. Un parcial de 0-8 obligaba a César Iglesias a solicitar un tiempo muerto que no arreglaba demasiado la situación porque al volver a la pista Mouriz ampliaba el castigo con un triple (12-25, min.9). Pero Alejos aparecía con cuatro puntos para cerrar el cuarto y minimizar los daños (16-25, min.10). La dinámica no era buena y tres canastas de Asier García para comenzar el segundo periodo lo confirmaban. El técnico vigués dio entrada a Envó por Sandoval y a Mack por Cronau. Una variación que pronto empezó a producir el efecto deseado. La defensa viguesa subió intensidad y líneas y el parcial continuó creciendo hasta el 10-2 obligando al técnico vasco a consumir otro tiempo muerto (26-33, min.16), pero un parcial de 0-8 estropeada en parte el trabajo realizado (30-43, min.20).

La inercia negativa se mantenía al volver de los vestuarios y los bilbaínos establecían su máxima renta del choque (30-47). Pero el Iberconsa, liderado por Alejos, siguió remando, redujo su desventaja a sólo diez puntos (49-59, min.28).

Alejos seguía metiendo miedo en el cuerpo al Bidaideak (60-66), que encontraba en Turek y Avendaño los puntos que necesitaba para coger aire (62-73, min.34). Además, Sandoval veía cómo los árbitros le señalaban su quinta personal y tenía que abandonar el partido. Pero al Amfiv hay que matarlo y enterrarlo muchas veces porque hasta el pitido final nunca se da por vencido. Faltaba un recital de Envó, con tres triples consecutivos (77-79). Pero al final el Iberconsa tenía que conformarse con una meritoria cuarta plaza.