Importante la victoria lograda ayer por el Club Vigo Voleibol ante el Collado Villalba, sobre todo por cómo se produjo. El técnico vigués, Suso Penedo, tuvo que hacer verdaderos malabarismos con sus jugadores en el campo. Las ausencias de Aba, Saúl (por motivos familiares) y, sobre todo, de Ortega, que no se recuperó de su faringitis, hacían muy complicado este encuentro, en el que Alex Pérez terminó jugando de central cuando él es un cuatro-receptor.

El encuentro comenzó con un Villalba muy metido en el partido y con los vigueses tratando de acomodarse cada uno al puesto asignado para esta ocasión. De esta forma los visitantes se marcharon en el marcador por una diferencia de tres puntos (3-6), lo que obligó al técnico vigués a pedir su primer tiempo muerto. Esto les valió para empatar a 10 puntos en el marcador y empezar a llevar el set con mucha más tranquilidad. Con un parcial de 6-0, los locales finiquitaron el parcial.

El segundo set comenzó con igualdad y los vigueses no eran capaces de despegarse en el marcador. Tras el empate a 11 puntos, los locales volvieron a marcharse por seis tantos de diferencia, 20-14, lo que volvió a permitirles hacer un juego de contención para terminar el set con la misma diferencia que en el anterior.

En el tercero, eran los visitantes los que siempre iban por delante en el marcador, pero con diferencias mínimas. Los locales apretaron cuando el tanteo llegó a 13-15. Enjugaron la diferencia, empataron a 17 y fueron capaces de despegarse en el marcador para finalizar con casi la misma diferencia que en los sets anteriores.

El próximo sábado, los olívicos jugarán ante la Selección Nacional Júnior de Palencia.