El Estradense rozó la sorpresa en el campo del ahora líder durante muchos minutos, pero al final acabó doblegado, mitad por el empuje local, mitad por el propio cansancio y la falta de acierto de los pontevedreses. Hasta dos veces se adelantaron los de Alberto Mariano, que llegaron por delante al descanso. En la segunda parte se inclinó la balanza para los de Justo, que terminaron resolviendo a cinco minutos para la conclusión.

Cristian Parra, el guardameta blanquinegro, mantuvo vivos a los suyos en la primera mitad. El madrileño salió ganador ante los lanzamientos de Borja Míguez y Juanín, escorados los dos. No terminaba de carburar el Ourense CF, sorprendido por el dinamismo y la verticalidad del Estradense, que según robaba la pelota salía como un rayo, con dos puntas claros y un tercero que les servía de apoyo.

No mató el partido el conjunto visitante cuando debió y lo terminó pagando. No porque se arrinconara en la segunda parte, sí porque continuó con el punto de mira desviado. No ayudó tampoco que Pibe empatara muy poco después de volver de vestuarios, a los seis minutos.

Desaprovechadas muchas y buenas ocasiones para ganar, el empate no era mal botín ante uno de los dos equipos que están manejando la liga a su antojo. El partido era ya un ida y vuelta, la tuvo Martín Vilar, la pelota botó delante de la puerta, pero el que sacó mayor provecho del intercambio de golpes fue el Ourense CF, que se llevó los tres puntos con un gol de los de toda la vida, un centro raso de Iker Revuelta desde la banda derecha que remató en el segundo palo Adri Alonso cuando apenas faltaban cinco minutos. Tiempo había, pero la ocasión para el Estradense había pasado de largo, sobre todo porque si algo caracteriza a los ourensanos es el oficio, el saber manejar los partidos con el marcador a favor.

"Hemos tenido siempre el partido donde queríamos, en la segunda parte hemos tenido tres ocasiones muy claras que no hemos acertado a meter. Nos vamos con la sensación de haberlo tenido en la mano, nos vamos con cero puntos y tristes y enfadados pero con la obligación de pensar en el siguiente partido", resumió Alberto Mariano al final del partido.