Con la misma intensidad que aquel Alcorcón, con más presión, con jugadores más talentosos y con un fútbol directo que apenas se ve en Europa, el Getafe de Bordalás traspasó fronteras este jueves con una gran victoria (2-0) sobre el Ajax en la ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa. Bordalás y sus hombres aprovecharon al máximo el escaparate del conjunto neerlandés, que casi justo hace un año dio un repaso impresionante al Real Madrid en el Santiago Bernabéu (1-4). En apenas 365 días, el Ajax ha pasado de exhibirse en uno de los templos del fútbol a lamer el barro en el Coliseum Alfonso Pérez.

El equipo de Erik ten Hag fue víctima de un estilo absolutamente antagónico que dejó sin argumentos a jugadores de la talla de Van de Beek, Ziyech o Tadic. Todos deambularon por el césped del Coliseum Alfonso Pérez confundidos, sin saber qué hacer ante un estilo al que pocos pueden meter mano.

Ten Hag dio en la diana: "Hemos caído en la trampa del Getafe" ¿Cuál fue esa trampa? Un dato de Opta Johan es revelador: la pelota estuvo en juego 42 minutos y 36 segundos de los 94 posibles. Fue el segundo registro más bajo desde que la Liga Europa adoptó su actual formato en la temporada 2010/11. El Ajax de Ten Hag sucumbió ante una tela de araña que su equipo jamás pudo atravesar para no sumar ni un disparo a la portería defendida por Soria.

Sin el balón, pero con una presión asfixiante y una pegada increíble, el Getafe volvió a arrinconar a un rival de entidad como ya hizo en la Liga con equipos como el Valencia, el Athletic e incluso en algunos momentos de su visita al Barcelona.

El Ajax había forjado muchas de sus gestas europeas recientes con grandes partidos a domicilio. Así ocurrió en el Bernabéu (1-4), en el Juventus Stadium (1-2), en el Tottenham Hotspur Stadium (0-1) o Mestalla (0-3). Sin embargo, el Coliseum fue demasiado. Bordalás, criticado por muchos a nivel local en los últimos tiempos, ahora es un héroe. Su modelo, capaz de anular a cualquier club de relumbrón, ha traspasado fronteras por primera vez desde que llegó al Getafe hace tres temporadas y media.

Con ese estilo, asomó al Alcorcón a la máxima categoría; ascendió al Alavés; subió al Getafe de categoría cuando rozaba un descenso dramático a Segunda B; colocó a su equipo en una histórica quinta plaza el pasado curso; y, ahora, es tercero en LaLiga. El ascenso a los cielos de Bordalás se consumó ante el equipo de Ten Hag. Su estilo, menos exquisito, pasó por encima de los dueños de la escuela neerlandesa. Bordalás ha internacionalizado su modelo. Sus días en el Getafe, tienen fecha de caducidad.