El Coruxo inicia esta tarde en las instalaciones del Requexón, en Oviedo, un mes en la que se enfrentará a cuatro filiales, Oviedo B, Atlético de Madrid B, Real Madrid-Castilla y Getafe B. Los vigueses llegan a este encuentro en la quinta posición, a dos puntos de la última plaza que clasifica para la fase de ascenso a Segunda División. Los asturianos, por su parte, vienen de lograr la victoria el pasado fin de semana en Pasarón, un triunfo que les permitió abandonar los puestos de descenso y ponerse de momento a salvo.

El equipo entrenado por Michel Alonso trabajó con absoluta normalidad a lo largo de toda la semana. El técnico no podrá contar con Borja Yebra, que el pasado fin de semana vio la quinta cartulina amarilla y deberá cumplir un partido de sanción. Alonso también mantendrá hasta el último momento la duda del capitán, Antón de Vicente, que se rompió dos dedos ante el Atlético Baleares y que está pendiente de ver su evolución y si tiene una férula especial para que pueda jugar el partido.

Los jugadores del Coruxo son conscientes del momento importante por el que están atravesando. Nadie se mueve un ápice del mensaje de que lo primero es certificar la permanencia en la categoría. La igualdad de esta temporada hace que esa previsión de puntos que todo el mundo hace al comienzo de temporada se tenga que ampliar debido a la igualdad existente, pero a nadie se le escapa que los vigueses están en una posición en la que hay que mirar más hacia arriba que hacia abajo. Lo importante es llegar a las últimas cinco jornadas con opciones, ya sea de play off o de clasificación para la Copa del Rey, y para que eso ocurra hay que ir sumando semana a semana.

El partido se presenta muy abierto por un doble motivo. El primero de ellos es por el terreno de juego, ya que el Requexón es un campo grande, de buenas dimensiones y con una hierba natural en buenas condiciones. El otro viene dado por enfrentarse a un filial, equipo joven y ambicioso al que hay que tener mucho respeto por su ímpetu. Virtudes que en cierto momento pueden jugar en su contra, y ahí es en donde debe aparecer la experiencia olívica.

Michel Alonso, entrenador del equipo vigués, afirmaba tras el entrenamiento de ayer: "Vamos a Oviedo con la intención de traernos los tres puntos en juego. El Oviedo B es el típico filial, que tiene mucha energía, calidad y velocidad arriba. Viene de ganar el pasado fin de semana y eso lo va a hacer un rival muy complicado".

"El partido es importante", prosiguió el entrenador del Coruxo, "porque ellos tienen 31 puntos, hay cinco equipos con esa puntuación, y para nosotros, que ahora tenemos 38, es clave poder pasar de 40 cuanto antes y vamos a intentar que sea esta semana. Llevamos varias semanas en las que pienso que los rivales están más preocupados del Coruxo que el Coruxo de los rivales, y por ahí tenemos que seguir. Queremos imponernos, ir marcando nuestro estilo y creo que eso nos puede llevar muy lejos",

El técnico del Coruxo finaliza afirmando que "la tranquilidad tenía que llegar, las otras competiciones que disputamos de alguna manera tenían fecha de caducidad y aunque la Copa del Rey fue antes de lo debido pero iba a ser, ahora digamos que estamos en lo normal para un equipo de nuestro nivel y de Segunda División B, con toda la gente enchufada. Mirando hacia atrás, lo importante es que el equipo salió reforzado de todas esas situaciones complicadas y lo que está sucediendo ahora posiblemente sea debido a lo que sucedió antes, a todas esas dificultades que el equipo fue solventando".