El Granada firmó su tercera victoria consecutiva como local al superar ayer por 2-1 al Real Valladolid, que sólo ha ganado un encuentro en las doce últimas jornadas, con un gol de Carlos Fernández en el minuto 96.

Sergi Guardiola adelantó al Valladolid en el segundo tiempo con un tiro raso al primer palo desde al lateral izquierdo del área en el que no estuvo afortunado el meta portugués Rui Silva.

Se le puso el partido muy difícil a los locales, pero remontaron con un tanto de Antonio Puertas con un remate de cabeza en el que los pucelanos pidieron una mano que el árbitro no estimó pese a que consultó el monitor, y con un tanto final de Carlos Fernández en la última acción del choque cuando parecía que el partido estaba encarrilado al empate. Pero la genialidad del delantero andaluz hizo el resto.