Arranca la fase decisiva de la Liga, para un Celta Zorka Recalvi que mantiene intactas sus opciones de disputar la fase de ascenso a la máxima categoría. La contundente victoria del pasado fin de semana ante el Añares Rioja, y sin Elo Edeferioka, supuso un subidón para un equipo que había finalizado y comenzado el año con muchas dudas. Esta semana, el club publicaba en redes sociales una foto con los cinco partidos que le restan por disputar en el pabellón de Navia y que van a ser claves en la clasificación final. Tres de ellos serán ante equipos clasificados por encima de las viguesas, y que están a una y dos victorias, de ahí que el pabellón de Navia puede resultar decisivo en esa lucha final.

Un llamamiento para que la afición se vuelque con el equipo asistiendo a Navia para empujar al equipo en estos decisivos partidos para intentar cumplir el sueño de volver a la máxima categoría.

Las viguesas reciben esta tarde a un Barakaldo que está a cinco victorias de las viguesas, pero que la semana pasada derrotaba al Leganés por dos puntos de diferencia, apretando todavía más la zona alta de la clasificación. Fuera de casa, las vizcaínas solamente lograron dos victorias en lo que llevamos de campeonato, ante los últimos dos clasificados, pero puso en aprietos a muchos de los que equipos que las aventajan en la clasificación.

El equipo entrenó con absoluta normalidad a lo largo de la semana, con la presencia de Elo Edeferioka, que regresó tras disputar el preolímpico con su selección nacional. Las viguesas llegan en un buen momento no solo físico, sino psicológico, a esta importante fase del campeonato. La clasificación está tan apretada, que desde la séptima posición que ocupa en estos momentos el Celta Zorka Recalvi a la segunda posición que ocupa en estos momentos el Baxi Ferrol solo hay dos victorias de diferencia.

En la primera vuelta, el cuadro vigués logró la victoria por dos puntos de diferencia, 53-51, en lo que fue un primer aviso de lo que le esperaba al equipo en una competición que se ha igualado.