Con un estadio muchas veces medio vacío pero capaz a la vez de llevar miles de fieles pericos a Villarreal, el Espanyol ha combinado su prolífica cantera y buenos fichajes para mantenerse en Primera desde 1994. Con Rubí volvieron a Europa, pero la marcha del técnico y de Borja Iglesias abrió una vía de agua que ni David Gallego ni Pablo Machín han sabido taponar. Abelardo les ha imprimido su gen competitivo desde el empate inicial contra el Barcelona. Después han llegado una victoria, un empate y una derrota. Chen Yansheng, propietario del club, se ha gastado en enero lo que no quiso en verano: 40,5 millones entre De Tomás, Cabrera, Embarba y Oier. Siguen vivos en Liga Europa -los Wolves serán sus rivales-, desgaste de energía y a la vez reserva de ilusión.