Mal día escogió la UD Ourense para dejar de ganar en el campo de O Couto, el domingo en el que podría haber superado al Fabril, atosigar al Barco y haber dejado atrás al Choco, además de mantener las distancias con el Arosa.

La séptima victoria consecutiva como local era el premio y a la vez el objetivo. Y a ello se pusieron rápidamente los ourensanos, que antes del 1-0 ya obligaron a intervenir al guardameta visitante, bien colocado para detener el lanzamiento de Champi. Acto seguido fue Marquitos el que rondó el gol.

Nada más salir del descanso volvió a golpear la UD Ourense. Un defensa, Josu, estuvo listo para mandar dentro una triangulación entre Champi, Isi y Rubén Durán.

Mucha pólvora en el campo con la entrada de Iago Blanco y Dani Pedrosa no se tradujo en goles, aunque el coruñés, huérfano de ellos desde el año pasado, lo buscó con varios remates. No llegaba la sentencia y Viti, contención, entró por un atacante, Marquitos.

En el otro banquillo, Curiel metió madera a falta de un cuarto de hora, Serxio y Yago. Acertó, Charles marcó con un caño de por medio y lo celebró dando volteretas, premio que poco alivia al Pontellas, aunque invita a la esperanza, pero que a la vez daña a la UD Ourense, que en casa solamente ganaba y ganaba.