A falta de once jornadas para concluir la fase regular del campeonato de Liga, y que debe decidir los cuatro equipos que lucharán por el ascenso a la máxima categoría, el Celta Zorka Recalvi inicia una carrera contra el reloj para ser uno de esos cuatro equipos. Las viguesas están a dos victorias de la cuarta plaza, pero tienen por delante un calendario complicado, en donde los compromisos con la mayoría de equipos que tienen por delante en la clasificación, se jugarán lejos del pabellón de Navia.

Las jugadoras entrenadas por Cristina Cantero son conscientes de lo que les espera por delante. Saben que no pueden ceder más y confiar en que los resultados de los partidos entre los equipos implicados les beneficie para mantener sus opciones.

De lo que no cabe duda es que el equipo mantiene una línea ascendente desde que tocara fondo con aquella doble derrota en Madrid. Tras las vacaciones el equipo ha mejorado su concentración y, sobre todo han ganado en defensa, a pesar de la derrota del pasado fin de semana en Madrid ante el Movistar Estudiantes. El cuadro madrileño es hoy por hoy, el único equipo que parece imparable en la competición, manteniendo tres victorias de ventaja sobre el segundo clasificado. A partir de ahí, seis equipos se mueven en dos victorias, cuatro de ellos con las mismas cifras. El problema es que, de esos seis equipos, solamente tres jugarán la fase de ascenso, lo que demuestra la igualdad del grupo.

Esta tarde las viguesas reciben a un Patatas Hijolusa que está por detrás de las viguesas en la clasificación con una victoria menos, y que llegará a Navia dispuesta a meterse en la lucha por una de esas últimas plazas. En el partido disputado en la primera vuelta, el equipo vigués había logrado la victoria por un importante 49-76, con cuatro jugadoras que sobrepasaron los diez puntos de valoración. La victoria ante las leonesas es importante por un doble motivo. El primero de ellos por cortar la derrota del pasado fin de semana y volver a la senda de las victorias y, por otra, ampliar a dos la ventaja sobre ellas, con lo que la clasificación se dividiría y las viguesas estarían en una posición en la que de ellas depende meterse en la pelea por arriba o comenzar a pensar en la próxima temporada.