El balonmano se la devolvió al Mecalia Guardés solo cinco días después. Si el pasado viernes rescató un punto sobre la bocina ante el Bera Bera en A Sangriña, ayer vio cómo se le escapaba en el último suspiro el triunfo después de que Ivet Musons anotase a unos pocos segundos del final el tanto que daba al Elche un empate que pocos minutos antes parecía fuera de su alcance. Porque con 24-21 y diez minutos por jugar, el duelo que enfrentaba al segundo con el cuarto clasificado parecía en manos de las guardesas que habían completado una gran segunda parte para mantener a raya a las ilicitanas. La defensa había vuelto a ser clave en el trabajo del equipo de Juan Ignacio Prades.

Pero todo se nubló en ese último parcial en el que el Mecalia dejó de encontrar la portería. Cuando Sara Bravo anotó a más de diez minutos del final parecía impensable que aquel fuese el último gol que iban a anotar las gallegas. El partido entró en una dinámica de errores de la que nadie fue capaz de sacarlo y en medio de ese alboroto el Elche encontró un premio gigantesco. A tres minutos y medio del final se situaron a un gol. Prades trató de serenar los ánimos y de encontrar al menos una jugada ganadora, pero todo salió cruz. Y a falta de unos segundos el Elche consiguió el gol de empate que supone un pequeño contratiempo en las ilusiones del Mecalia Guardés que aspira a discutir con las ilicitanas el segundo puesto de la tabla teniendo en cuenta que la brecha que el Bera Bera ha abierto con sus perseguidoras empieza a ser gigantesca.

El partido lo había dominado el Mecalia salvo en los primeros minutos en los que la alegría en el lanzamiento de Laura Hernández pilló con el pie cambiado a las locales. Pero en cuento se activó Africa Sempere el equipo respondió para trazar las primeras diferencias en el marcador que se mantuvieron hasta el descanso (14-12).

El Elche volvió a ponerse a uno tras el paso por vestuarios, pero el Guardés al fin despertó de su letargo ofensivo para recuperar el 16-13. Y la cosa iba de altibajos, porque para llegar al minuto 35, las de Rocamora ya se pusieron de nuevo a rebufo (16-15). Pudo ser peor, pero Hernández falló y el empate no llegó hasta el minuto 40 (18-18). Las exclusiones permitieron al Mecalia abrir un pequeño hueco y alcanzar ese 24-21 que le acercaba al objetivo, pero justo en ese momento todo se fue a negro.